La violencia urbana atiza la polémica electoral entre Sarkozy y Royal
ABC, 30-03-2007JUAN PEDRO QUIÑONERO
CORRESPONSAL
PARÍS. Inseguridad urbana, inmigración e identidad nacional atizan los enfrentamientos verbales más duros entre Ségoléne Royal, socialista, François Bayrou, centrista, y Nicolas Sarkozy, conservador, desenterrando el fantasma del 2002, cuando Jean Marie Le Pen, extrema derecha, eliminó al candidato socialista, Lionel Jospin, en la primera vuelta de la elección presidencial.
Las violencias que se produjeron en la noche del martes en la parisina Estación del Norte, la de mayor tráfico suburbano de Europa quizá, han atizado las más abruptas declaraciones de los tres principales candidatos. Sarkozy denuncia a una candidata socialista que, a su modo de ver, «toma partido a favor de quienes atacan con violencia a las fuerzas del orden». Ségol_ne denuncia a un candidato conservador que, desde su punto de vista, «es el primer culpable del clima de inseguridad nacional». Bayrou ataca a Ségol_ne y Sarkozy, por enzarzarse en una batalla que él considera «muy peligrosa».
Con su carácter aparentemente marginal y secundario, el estallido de violencia nihilista en la Estación del Norte ha recordado la más honda y amarga realidad. Un 83 por ciento de los franceses consideran que «no se castiga con suficiente severidad» a quienes se cuelan en los transportes públicos sin pagar. Y un 67 por ciento estima que Sarkozy lleva razón proponiendo la creación de un Ministerio de la integración y la inmigración.
Desde la óptica popular, inmigración, inseguridad e identidad nacional son temas indisociables. Hace cinco años, la izquierda y la derecha dejaron a la extrema derecha de Le Pen el casi monopolio de esa temática. Hoy, Sarkozy y Ségol_ne utilizan los mismos temas, desde sus respectivas ópticas ideológicas. La candidata socialista ha propuesto que cada familia tenga una bandera nacional en su domicilio, para colgarla en el balcón o las ventanas los días de fiesta.
Labor de vigilancia
En ese marco, Jacques Chirac, presidente de la República, ha hecho aprobar con urgencia el decreto de creación del Observatorio de la laicidad (Odl), que tendrá por misión la elaboración de informes anuales, con el fin de facilitar a los futuros gobernantes unos indicadores sociales bastante precisos, que permitan identificar problemas de integración y respeto mutuo entre franceses de distintas convicciones religiosas.
En la extrema derecha, Jen Marie Le Pen continúa cotizándose con un 12 ó 13 por ciento de intenciones de voto, en la primera vuelta, muy lejos de Ségol_ne, Sarkozy y Bayrou.
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