La siempre conflictiva frontera entre México y Estados Unidos volvió a tensar las relaciones entre ambos gobiernos a causa de la muerte de otro inmigrante mexicano a manos de efectivos de la patrulla fronteriza norteamericana en un punto al oeste de la localidad de Calexico.

Según un reporte de la fuerza estadounidense encargada de la vigilancia del sensible límite geográfico, el hombre, de unos 30 años y aún sin identificar, fue abatido por un disparo de fusil M-4, una versión corta del rifle de asalto M-16, el reglamentario para los miembros de la “Border Patrol”.

Un vocero de esa fuerza dijo que el agente accionó su arma al presumir que el individuo, quien estaba acompañado de otras personas, iba a lanzar una piedra al grupo de efectivos de la patrulla fronteriza.

Después del incidente, el consulado de México en la ciudad californiana de Calexico pidió explicaciones a las autoridades norteamericanas e información sobre la identidad y nacionalidad del hombre abatido, “ante la posibilidad de que el migrante muerto sea de origen mexicano”.

Una nota divulgada por la Secretaría de Relaciones Exteriores indicó que esa dependencia “promueve todas las acciones posibles para acelerar el proceso de confirmación de identidad y analiza las medidas que habrá de tomar una vez que se cuente con la información precisa sobre este lamentable incidente”.

Los hechos ocurrieron en un punto situado al oeste de Calexico, en una zona cercana a la frontera, cuando un agente de la Patrulla Fronteriza “detonó su arma de fuego contra un grupo de presuntos traficantes de personas y migrantes”, agregó la cancillería.

De manera coincidente, funcionarios de la Secretaría de Gobernación de México y representantes del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos iniciaron conversaciones sobre el tema de la migración y otros asuntos derivados de la frontera común.

Ese intercambio es parte de los resultados de la reciente entrevista sostenida hace dos semanas en territorio mexicano por los presidentes de ambos países Felipe Calderón y George W. Bush, según explicó Cecilia Romero, comisionada del Instituto Nacional de Migración. En aquel encuentro, el jefe de la Casa Blanca prometió trabajar a favor de una reforma de las leyes migratorias de su país, mientras que el gobernante mexicano centró su postura en una crítica contra la construcción de un muro fronterizo en la línea divisoria por parte de Estados Unidos.