“La universidad sufrió un atentado y tenemos que enfrentar la situación y concentrarnos en buscar una convivencia pacífica entre todos los alumnos”, denunció el rector de la Universidad de Brasilia, Timothy Mulholland.

El ataque racista incluyó pintadas por parte de los agresores con las iniciales KKK (Ku Klux Klan), el grupo segregacionista blanco surgido en Estados Unidos.

En la universidad estudian 380 extranjeros, entre ellos de países africanos como Nigeria, Guinea Bissau, Camerún, Angola y Senegal.

“Es un episodio muy triste. Brasil es un país que tiene una política de apertura hacia el mundo”, dijo el canciller Amorim al comentar el caso.

Unos 300 estudiantes se movilizaron hoy frente al edificio de la universidad para protestar por los ataques racistas, en tanto que la policía federal brasileña abrió una investigación por atentado con motivaciones racistas.

El atentado ocurrió en las puertas de tres apartamentos del Bloque B de la Casa del Estudiante Universitario, donde los agresores comenzaron el fuego encendiendo toallas mojadas con gasolina.

Samory da Souza, estudiante de Guinea Bissau, estaba durmiendo junto a tres connacionales en uno de los apartamentos incendiados.

Da Souza contó que debieron saltar por las ventanas y volver a entrar al edificio para apagar el incendio con extintores.

Algunos de los extintores estaban vacíos y según la policía federal habían sido agotados por los agresores para intentar evitar el rápido combate al fuego.

El caso ocurrió un día después de que se abriera la polémica sobra racismo en Brasil por declaraciones a la BBC de la secretaria de Promoción de Igualdad Racial brasileña, Matilde Ribeiro.

La funcionaria declaró que “no es racismo cuando un negro se levanta contra un blanco porque quien fue azotado la vida entera no tiene la obligación de gustar de quien lo azotó”, aunque dijo luego no concordar con ese pensamiento.

El vicepresidente brasileño, José Alencar, dijo el miércoles que en Brasil “no existe racismo, aunque sí prejuicios”.

Según declararon los estudiantes africanos el 24 de febrero aparecieron en las puertas de sus apartamentos dentro de la universidad pintadas con la inscripción “Muerte a los extranjeros”.

“Nunca pensé que pudieran llegar a esto (al incendio)”, dijo el estudiante de Guinea Bissau.

El rector Mulholland dijo que se ampliará la seguridad en la sede universitaria y no descartó colocar cámaras de televisión para monitorear las actividades en los pasillos de la casa de estudios y sus edificios anexos.

En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exterioes de Brasil afirmó que el gobierno brasileño “tomó conocimiento con indignación de los actos perpetrados contra alojamientos de estudiantes de Guinea Bissau” en la casa de alto estudios.

“El gobierno sigue con atención la investigación del caso”, dice la nota del Palacio de Itamaraty.