INTERNACIONAL

Los disturbios juveniles irrumpen en la campaña electoral francesa

Sarkozy y Royal se enfrentan tras la refriega en el metro de París

Las Provincias, FERNANDO ITURRIBARRÍA/ CORRESPONSAL LP. PARÍS, 29-03-2007

Sarkozy y Royal se enfrentan tras la refriega en el metro de París Hasta la fecha extrañamente ausente, el tema de la violencia urbana ha irrumpido con fuerza en la campaña presidencial francesa al calor de los graves enfrentamientos entre policías y jóvenes registrados el martes en una céntrica estación de París. La espectacularidad de los incidentes a sólo 25 días de las elecciones provocó el primer cuerpo a cuerpo directo entre los dos principales candidatos al Elíseo, la socialista Ségolène Royal y el conservador Nicolas Sarkozy, que llevaban varios asaltos de tanteo.

La refriega en el metro, saldada con nueve heridos y trece detenidos al cabo de siete horas, se originó por la resistencia de un viajero sin billete a los revisores de la Estación del Norte. Según las autoridades, se trata de un congolés de 32 años en situación irregular desde 1984, con antecedentes penales como delincuente y objeto de una orden de expulsión, que agredió a los agentes de la compañía de transportes. La respuesta policial, juzgada brutal por testigos presenciales, desencadenó un estallido de actos vandálicos, saqueo de comercios y hostigamiento a las fuerzas antidisturbios.

“Por supuesto que los viajeros deben pagar su billete. Pero que un simple control pueda degenerar en un enfrentamiento tan violento prueba que algo no funciona”, opinó Royal, quien denunció “el fracaso en toda regla” de la gestión de Sarkozy en el Ministerio del Interior, que dejó el lunes para consagrarse a la campaña. La candidata socialista reiteró su intención de “crear una policía de barrio para sustituir a la policía de proximidad tan torpemente suprimida por la derecha”.

En el lugar de los hechos, donde tomó un tren con destino a un mitin en Lille, Sarkozy arremetió contra la ideología izquierdista heredada de Mayo del 68 por haber “conducido a tolerar lo intolerable”. “Si Royal quiere regularizar a todos los ‘sin papeles’ y si la izquierda quiere estar del lado de quienes no pagan su billete en el tren, es su elección, no la mía. Yo no estaré del lado de los defraudadores, tramposos y deshonestos, sino del lado de las víctimas”, afirmó.

El centrista François Bayrou, tercero en discordia según los sondeos, se sumó a los ataques a Sarkozy, al deplorar que haya hecho de la policía “una fuerza únicamente de represión”. Desde la derecha extrema, el eurófobo Philippe de Villiers dramatizó sobre los desmanes de “bandas étnicas y de bárbaros, resultado de la inmigración incontrolada”. El ultraderechista Le Pen permaneció silencioso, como hizo en la crisis de los suburbios en 2005, sabedor de que acontecimientos de este cariz juegan a su favor para llenar las urnas con papeletas a su nombre.

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