Entrevista | Lucía Etxebarria
«Hay mucha gente que se engancha al sufrimiento o a su propio odio»
La Voz de Galicia, , 28-03-2007Una veintena de personajes de diferentes razas, culturas, edades y posición social transitan, sin apenas tocarse, por las páginas de Cosmofobia , la última novela de Lucía Etxebarria, publicada por Destino. Vibrante y humorística, es una llamada de atención hacia la verdadera identidad de un tiempo que no se percibe, porque todavía está demasiado cerca.
– ¿Cuál es el origen de «Cosmofobia»?
– La cosmofobia es ese miedo a lo desconocido tan frecuente en nuestra sociedad. El miedo al mundo.
– Aunque cada personaje tiene su propia personalidad, comparten muchos problemas.
– Hablo de racismo, alienación y del consumismo desmedido que tanto caracteriza a la actualidad.
– El universo de la novela es el madrileño barrio de Lavapiés, donde predomina la multiculturalidad, pero no la interculturalidad.
– No hay contacto entre las diferentes razas, mantenemos una relación muy superficial. Vivimos en una cultura que da un valor desmedido a las apariencias. Te dicen que tienes que cuidarte más para gustarte a ti misma, cuando lo que realmente deberías hacer es ir a un terapeuta o aceptarte realmente como eres. El ponerte unas tetas grandes no te va a servir de nada. El valor que hoy se le da a la imagen es totalmente desproporcionado.
– En el capítulo «Los molinos de viento» aborda la superación de los problemas cotidianos.
– Sí. Hay mucha gente que se engancha al sufrimiento o a su propio odio. Personas que, como Quijote, en vez de dejar los molinos y seguir adelante con su vida, se enganchan a la pelea, a la discusión.
– Pronto presentará el cuento «La fantástica niña pequeña y la cigüeña pedigüeña» (Destino Infantil), ilustrado por el pontevedrés Víctor Coyote.
– Lo escribí porque mi hija tiene un problema de salud por el que ha perdido una oreja y sabía que de mayor me iba a preguntar. Víctor es muy amigo mío, aparece en Cosmofobia y es autor de algunas portadas de mis libros. Ha hecho un cuento muy bonito para niños, lleno de colores y muñecos, que gusta también a los mayores.
(Puede haber caducado)