ERENA CALVO

LAS PALMAS. El futuro del «Happy Day» y de los 300 inmigrantes asiáticos que transporta es un misterio. Al cierre de esta edición el Ministerio de Asuntos Exteriores no podía asegurar si Guinea Conakry, – desde donde se presume que partió el buque – , acepta el desembarco, y la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), un organismo dependiente de la ONU, negó contactos con España para hacerse cargo de las repatriaciones, tal y como se informó desde el Ejecutivo.

«En ningún momento se ha determinado tal cosa», informó a este periódico Jemini Pandya, portavoz de la organización en Ginebra, argumentando que «el escenario no es comparable al del `Marine I´», caso en el que sí que han participado en el proceso de repatriación de cerca de 300 inmigrantes asiáticos. Este buque, que terminó en Nuadibú tras diez días de espera desde su localización, no tenía pabellón, se encontraba en situación de emergencia y su punto de partida no pudo precisarse, aunque se señaló también a Guinea.

El «Happy Day», en cambio, no ha sufrido averías, «sus ocupantes no han precisado atención médica», según Exteriores, viaja bajo pabellón norcoreano, y según los datos del Gobierno español, sí que partió de las costas guineanas «hace menos de dos semanas».

Ahora el barco se dirige hacia Conakry, que en un principio habría aceptado el desembarco, «aunque en estas situaciones todo hay que tomarlo con condicionales», dijo a este periódico un portavoz de Exteriores. De poder asegurar que el barco partió de Guinea, este país debería aceptar el desembarco «según un acuerdo firmado en 2006 que contempla el retorno de los inmigrantes a su punto de partida».

El «Happy Day» fue interceptado por el Frontex a 80 kilómetros de Dakar cuando se dirigía a Canarias. Senegal, que participa en el operativo con patrulleras cedidas por España, mantiene también un acuerdo por el que se compromete a aceptar a los inmigrantes localizados en sus aguas. Las autoridades senegalesas, sin embargo, consideraron que el barco había sido interceptado «fuera de su ámbito de competencia». Sucedía el jueves pasado, hace ya cinco días, desde entonces el «Happy Day» aguarda en el Atlántico el permiso de algún país para su desembarco.