Interceptado otro barco «negrero» que transportaba 300 inmigrantes a Canarias

Exteriores negocia con Senegal para que acepte a los indocumentados, que

La Razón, R. Ruiz, 24-03-2007

Madrid – Otro buque «negrero» que no logra su objetivo pero obliga a España
a intervenir. Sobre todo cuando aún no ha concluido la repatriación de los
cerca de cuatrocientos inmigrantes que viajaban en el «Marine I»,
localizado en febrero frente a las costas de Mauritania. Este último, de
nombre «Happy Day», tiene bandera norcoreana y está cargado con cerca de
300 inmigrantes clandestinos de India y Pakistán. Fue interceptado el
jueves a unas 80 millas de la costa de Dakar (Senegal) por la patrullera
italiana «Dáttilo», perteneciente a Agencia Europea de Control de
Fronteras (Frontex).
   Su destino final previsto era Canarias, pero
aún estaba lejos cuando fue localizada en aguas próximas a Senegal. El
país africano afirma que el barco se encontraba fuera de sus aguas que se
encuentran fuera de su jurisdicción, mientras que Frontex asegura todo lo
contrario.
   La embajada italiana en España informó de que seis
integrantes de la tripulación han sido ya detenidos y, al cierre de esta
edición, el resto de los viajeros permanecían en el interior de la
embarcación.
   El capitán Cheikh Tidiane Sylla, portavoz de la
Marina senegalesa, aseguró a Efe que la nave estaba «fuera de su zona de
competencia» y que «prosiguió su camino hacia el sur». Sin embargo, el
director adjunto de Frontex, Gil Arias, sostuvo que «la responsabilidad»
es de Senegal, porque el barco ha sido interceptado en sus aguas, y este
país tiene un acuerdo suscrito con España por el que se compromete a
aceptar a los inmigrantes.
   Según el oficial senegalés, el «Happy
Day» se encontraba en aguas internacionales cuando fue localizado por el
dispositivo de vigilancia y «ahora está prosiguiendo su camino. Está fuera
de nuestra zona de competencia de momento y, por lo tanto, no nos
concierne», insistió el capitán Sylla.
   Desde España,
la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega,
dijo que el Ejecutivo está cumpliendo con la obligación de cooperar en
«acciones diplomáticas» para que los inmigrantes irregulares vuelvan a
donde salieron, con Guinea Conakry, porque de allí «salió el barco», y con
la propia UE.
   El director adjunto de Frontex, Gil Arias, explicó que
España está liderando las negociaciones con Senegal para que acepte a los
ilegales y aseguró que España fue el país que solicitó esta operación,
donde Frontex ha intervenido en su coordinación, por lo que la diplomacia
española es la encargada de negociar el destino de los inmigrantes y, si
fuera necesario, convencer a Senegal de que debe cumplir con los acuerdos
suscritos.
   «La responsabilidad es de Senegal porque el barco ha sido
interceptado en aguas senegalesas». Si este país no lo entendiera así, «la
diplomacia española y la europea tendrán que buscar una solución y ver
dónde se les acoge».
   

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