Los inmigrantes volaban desde Nicaragua hasta el aeropuerto de Hondarribia Donostia. La Policía Nacional de Irun ha detenido al propietario del caserío Lastaola y ex concejal del PNV de Irun, Jose Antonio E.L., por su presunta implicación en una red que introducía inmigrantes ilegales a través del aeropuerto de Hondarribia para explotarlos laboralmente en una granja de vacas.

Según informó ayer la Subdelegación del Gobierno en Gipuzkoa, la operación policial, que se inició el pasado 5 de marzo, culminó quince días después con la detención del dueño de la granja ganadera de Lastaola, el irundarra Jose Antonio E.L.

La explotación, ubicada junto a la carretera de Endarlatsa (N – 121 – A), en el barrio irundarra de Bidasoa y frente a la empresa de transportes Ambrogio, es una de las granjas más importantes y conocidas de la zona, sobre todo tras su ampliación hace aproximadamente cinco años.

Su dueño, de hecho, desempeñó la labor de presidente de la Cooperativa del Campo de Irun/Nekazarien Etxea. Sin embargo, la detección de irregularidades en la gestión de la asociación le llevó a dimitir, tanto de este puesto como del de concejal por el PNV en el Ayuntamiento de Irun (en la legislatura 95 – 99), donde ostentó áreas como Tráfico y Euskera. Estos hechos mermaron la confianza en el ahora arrestado del resto de los baserritarras.

Según el comunicado de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Irun, en la red de tráfico ilegal de inmigrantes estaban implicadas otras dos personas que fueron detenidas por los agentes.

Se trata, por un lado, del ecuatoriano B.H.P., que era el encargado de captar a los operarios extranjeros sin permiso de trabajo y residencia. Asimismo, también fue detenido el salvadoreño W.A.F.R., que desempeñaba la labor de recoger en el aeropuerto donostiarra a los trabajadores que venían procedentes de un país centroamericano, concretamente Nicaragua, desde donde volaban en régimen de turista hasta el aeródromo guipuzcoano.

de sol a sol La explotación laboral consistía en jornadas laborales de 15 horas diarias sin un descanso semanal y por un sueldo mensual de 600 euros. Según ha podido saber este periódico, los empleados residían en una vivienda ubicada en terrenos cercanos de la granja.

Al infringir la Ley de Extranjería, tres de los operarios fueron también detenidos por la policía. Se trata de V.L.A.M., R.Z.A., y J.T.L.M., de nacionalidad hondureña, nicaragüense y brasileña, respectivamente.

desmentido En un comunicado enviado ayer a última hora, Euskal Nekazarien Batasuna (ENBA) desmintió las acusaciones y aclaró que el ganadero imputado acudió por su propia voluntad a la comisaría de Irun y, tras hacer las oportunas declaraciones, volvió a su domicilio.