La Universidad Complutense celebró ayer el ‘Día del estudiante extranjero (no comunitario)’ con una muestra gastronómica internacional y artistas de todo el mundo Desde hace tiempo, la Universidad Complutense desea convertirse en un referente mundial para todos los estudiantes que, nacidos fuera de Europa, han decidido acudir a ella, y en particular a España, a cursar estudios superiores. Por eso ayer los estudiantes extracomunitarios del centro disfrutaron de «su día». Toda una serie de actividades y ofrendas esperaban para entrar por los ojos, los oídos y la boca de los 7.744 estudiantes extranjeros matriculados en las facultades de Ciudad Universitaria, Somosaguas y demás.

El epicentro de la fiesta fue la Zona Deportiva Norte – Paraninfo. Ya de manera habitual durante el curso, los días que hace buen tiempo, las canchas deportivas y la especie de terracita que se encuentra a su lado suele ser un ejemplo de integración. Ayer, encima había varias motivaciones añadidas. Existía mono de sol tras el temporal. Era jueves, día del universitario por antonomasia: ni se han ido todos los colegas de fin de semana, ni es que las clases de los viernes (cuando las hay) suelan ser muy duras. Y además, estaba más justificado que nunca ir a tomar unas cervezas con el compañero norteamericano mientras veías perder a tu amiga colombiana jugando al baloncesto.

Algunos hacían proselitismo de su tierra luciendo la camiseta de la selección de Perú, Brasil o Argentina. Eso sí, cualquiera que se atreviera a fabricar una estadística a vuelapluma preguntando cuántos conocían la existencia de un acto inaugural con la presencia del rector Carlos Berzosa y altos cargos políticos de Colombia, México y Perú se daría cuenta de que era muy complicado encontrar una respuesta afirmativa. Por mucho que se ampliase el público sondeado.

Pero a la una, con la apertura de puertas del campo de tierra, la gente ya empezó a darse cuenta que tras el rimbombante nombre oficial del Día del estudiante extranjero (no comunitario) había una jornada bastante suculenta. Y no sólo por los panfletos informativos que versaban sobre los servicios especializados de la universidad, las posibilidades laborales de los estudiantes extracomunitarios en España y la protección de sus derechos. Muchos jóvenes de paladar curioso y bolsillo dispuesto a pagar un poco más de lo que cuesta el menú de la facultad también se volcaron con la degustación gastronómica internacional: parrillada argentina, ceviche de pescado peruano, pakora hindú… Platos variados que la gente se comía acomodada en el césped al son de diferentes danzas y músicas del mundo. Y así, hasta la medianoche.

Algo antes terminó el otro acto de convivencia celebrado ayer en Madrid. Fue en Carabanchel Alto, donde jóvenes de entre 11 y 30 años disputaron un torneo de fútbol sala tan competitivo como solidario. Los partidos pertenecían a la llamada Semana de la convivencia de Carabanchel, que desde el pasado martes lleva organizando diversos actos que buscan unir a la población extranjera y autóctona mediante siembras de arboles, cineforums y exposiciones.