De los 17.539 ciudadanos extranjeros que residen en Logroño – a fecha 1 de enero – , la comunidad más numerosa es la rumana, con 3.707 oriundos. Y muchos de ellos proceden de Orestia, una de las ciudades visitadas en abril del año pasado durante el viaje institucional que realizaron a Rumanía el Gobierno de La Rioja y el Ayuntamiento de la capital. Entonces surgieron los primeros contactos para una posible colaboración del Consistorio logroñés con su homónimo rumano.

Y la semana pasada técnicos del Ayuntamiento – junto a la presidenta de la Asociación Rumana en La Rioja, Ana Cornelia Onea – se desplazaron hasta Orestia para conocer ‘in situ’ la realidad de este municipio de alrededor de 23.000 habitantes, enclavado en la región de Transilvania. Porque la Administración que preside Julio Revuelta va a llevar allí a cabo un proyecto pionero en materia de cooperación al desarrollo.

Logroño ayudará a los familiares de los rumanos de Orestia que residen y trabajan en Logroño, sobre todo a las personas mayores dependientes y, en definitiva, más necesitada. «Es lo que se llama intervención en origen», explica el alcalde. Porque el objetivo de este proyecto es que el reagrupamiento de las familias sea en su país, «y en las mejores condiciones posibles», añade Revuelta. Se evitaría así el desarraigo en un grupo de población «que quiere conservar bien sus raíces».

Eficacia y rentabilidad

Además, con esta iniciativa que impulsa la Corporación se cumplen los principios de eficacia y rentabilidad en cualquier proyecto de cooperación. «Cada euro invertido en Rumanía tiene bastante más eficacia que en Logroño», considera el primer edil, «tanto por el nivel de vida como por los precios de los servicios o de los materiales de construcción».

Este proyecto se puede plantear en dos líneas: la construcción de una residencia o un centro para la tercera edad – fue una petición del Ayuntamiento de Orestia y el Consistorio logroñés decidió en septiembre donar 35.000 euros para la adecuación de este edificio – y la ayuda a través de sistemas de atención domiciliaria «para personas que pueden requerir de una o dos horas diarias de ayuda doméstica o para recuperarse de enfermedades».

Además, y también con el fin de contribuir al reagrupamiento familiar en su país, ciudadanos rumanos que residen en Logroño están invirtiendo en la compra de una vivienda en Orestia. Y, en este sentido, la labor municipal consistirá en el asesoramiento técnico en los proyectos de construcción de viviendas.

Revuelta reconoce que el Ayuntamiento tiene previsto presentar este año esta iniciativa ante la Unión Europea, para que ya en 2008 comience a llevarse a efecto. «Este proyecto tiene buen encaje para recibir subvenciones de los Fondos Europeos», asegura. Y el Consistorio logroñés se encargará de hacer los trámites necesarios para pedir esas ayudas «que Rumanía, como país en vías de desarrollo y miembro de la UE a todos los efectos, va a recibir».

Además de las partidas presupuestarias que destine Logroño y las instituciones rumanas – así como las aportaciones de las propias familias de Orestia que residen en la capital riojana – , también se pretende que la iniciativa reciba el respaldo económico de organismos europeos.