La población crece en España con una fuerza inusitada por la llegada de inmigrantes, pero la economía crece aún más y por eso, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), sigue mejorando el PIB per cápita y es muy posible que en el 2008 se alcance el 100% de la media de la Unión Europea a 25 países.
En el 2005 – – últimos datos oficiales – – , el producto interior bruto (PIB) por habitante español alcanzó el 98% de la media de la UE – 25, en paridad de poder de compra. El INE calcula que en el 2006 se produjo una ligera mejoría, si bien, dado que el indicador de la convergencia real no se presenta con decimales, el PIB per cápita se mantuvo en el 98% de la media de la UE – 25. El dato debe ser corroborado por la oficina estadística europea Eurostat. El avance del INE contradice otras opiniones que ven un retroceso en la riqueza per cápita por el aumento de la población a causa de la inmigración.
En el 2006, el PIB creció el 7,8% en términos nominales (3,9% real, más un deflactor otro 3,9%), mientras que la población crece a un ritmo aproximado del 1,4%.
Según el INE, la progresión de la renta per cápita se mantendrá en el 2007 y se colocará entre el 99% y el 100% de la media de la UE – 25 en el 2008. Para entonces, no obstante, la renta por habitante en Alemania será del 109% de la media, y la de Francia, del 106%, según previsiones de Eurostat. Por eso es difícil que se cumpla el pronóstico del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que la renta española superará a la alemana en el 2010.

GANA EL EMPRESARIO
En los últimos años, la población se ha convertido en una variable esencial para el análisis macroeconómico. Según los últimos datos oficiales del INE, de enero del 2006, la población inmigrante empadronada en España es de 4,14 millones de personas, 414.000 más que el año anterior y más del doble de la del 2002.
El empleo creciente de mano de obra inmigrante se ha traducido en un abaratamiento de los costes laborales. Desde el 2000 ha bajado el peso de la remuneración de los asalariados en el conjunto del PIB, casi en la misma medida en que ha aumentado la proporción de los beneficios empresariales en la renta total.