«Esperamos que la repatriación de los paquistaníes concluya dentro de dos o tres semanas y todavía quedará un grupo de inmigrantes que no acceden a volver a sus países ni a facilitar detalles sobre su procedencia». Manuel Pombo maneja un dato revelador: casi 150 de los ocupantes del Marine I habrán pasado más de un mes y medio metidos en un hangar antes de ser devueltos a sus lugares de origen.


El caso expuesto por el responsable en España de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) muestra las enormes dificultades con las que tropieza la diplomacia española al gestionar repatriaciones hacia Asia o África.


Después de 35 días de intensos trabajos, sólo 95 personas han retornado a la India, hacia donde la próxima semana saldrán unos cincuenta más, si no hay cambios de última hora. Los mayores problemas se están encontrando a la hora de devolver a su país de origen a quienes salieron de Pakistán.


En un principio, tras rescatar de alta mar el destartalado buque en el que viajaban los 369 sin papeles , el Gobierno aseguró que todos los inmigrantes que se hacinaban en el hangar de Nuadibú eran indios – los subsaharianos ya habían sido trasladados a Cabo Verde y otro grupo de 35 asiáticos, enviado a Canarias – . Poco tardó la enviada de la India en descubrir que muchos de los indocumentados eran en realidad paquistaníes, y el Gobierno de Islamabad está poniendo muchas trabas a las repatriaciones.


Asilo político


No hay mucha más suerte con los 35 que el Ejecutivo español derivó a las islas. Diez son de Sri Lanka y allí regresarán en breve, pero hay 22 que aseguran proceder de Myanmar y han pedido asilo político.


Sin embargo, la policía sospecha que la mayor parte de los 22 serían en realidad originarios de Bangladesh – algo que ha llegado a confirmar un enviado de ese país – y tratan de confundir a las autoridades españolas para no ser devueltos. El Acnur cree la versión de los inmigrantes.


El grupo de Canarias se completa con tres afganos que están volviendo loca a la OIM. «Tuvimos que poner una conferencia con nuestra sede en Afganistán – explica Pombo – , desde donde los interrogaron por dos horas. Ahora nos tienen que mandar todavía el resultado de la conversación», que ha disparado los gastos de la organización internacional.


El PP se quejaba ayer de que la repatriación de los ocupantes del Marine I es ya «la más cara de la historia».