Los sindicatos de seguridad privada LSB – USO, CC OO, UGT y ELA atribuyen la falta de personal denunciada por la patronal, a los bajos salarios que cobran los vigilantes. En opinión de UGT, el «’efecto huida’» de los trabajadores se corregiría con «sueldos adecuados y condiciones dignas». La solución no pasa, según las centrales, por permitir a las empresas que incorporen inmigrantes como demandó el pasado martes en Bilbao Eduardo Cavas, secretario general de Aproser, la Asociaciación Profesional de Servicios de Seguridad.

A juicio de Emilio Martín, delegado de ELA, esta reclamación con respecto a los inmigrantes sólo busca «pagarles menos y hacerles meter más horas». Según USO, «la patronal lleva años beneficiándose de un convenio muy liviano, con unas condiciones laborales tercermundistas y sueldos indecentes».

«800 euros al mes»

Las declaraciones del portavoz de Aproser en las que cifraba en mil los puestos de trabajo vacantes en las empresas de seguridad en Euskadi, han despertado las críticas de los sindicatos. Eduardo Cavas sostiene que el principal problema del sector es la falta de personal habilitado y los engorrosos trámites burocráticos que prolongan hasta seis meses el período de formación de un vigilante.

Según los datos de las centrales, existen en España unas 100.000 personas habilitadas que «no quieren volver por las condiciones laborales y económicas». Un guarda de seguridad «que trabaja a relevos 162 horas, como marca el convenio, se llevaría a casa 800 euros al mes», asegura el representante de ELA.