Washington. Una coalición de organizaciones comunitarias y religiosas de Estados Unidos convocó este jueves a un boicot nacional para el próximo uno de mayo en protesta por la campaña de redadas contra migrantes por parte de autoridades federales.

Los organizadores confiaron en que la respuesta será favorable como lo fue en el caso de las manifestaciones del año pasado contra una iniciativa legislativa que criminalizaba a los indocumentados.

“Tenemos hasta 15 Estados con organizaciones que han logrado apoyo para este boicot y esperamos que otros más se agreguen”, dijo Javier Rodríguez, de la Coalición 25 de Marzo con sede en California, una de las organizadoras de la medida.

En rueda de prensa, Rodríguez dijo que la respuesta al llamado ha sido tal que organizaciones comunitarias en Colorado optaron por iniciar acciones de boicot a partir de la próxima semana.

“Si el año pasado tuvimos mucho éxito, este año intentamos hacer lo mismo”, sostuvo.

Emma Lozano, del Centro Sin Fronteras con sede en Chicago, dijo que con este boicot no sólo se busca condenar la campaña de redadas en centros de trabajo a través del país, sino poner énfasis en el poder que tienen los migrantes.

“Nosotros tenemos poder económico y eso cuenta mucho”, manifestó Lozano al señalar que las redadas han provocado una ola de condena aún fuera de la comunidad migrante.

Recordó que este jueves la ciudad de Chicago aprobó una declaración de oposición a las redadas, que ha puesto de relieve lo injusto de la medida y el trato injusto que reciben los indocumentados.

“Nadie nos pide papeles cuando queremos comprar algo, y eso habla del doble standard que existe para los indocumentados en este país”, enfatizó.

Teresa Gutiérrez, otra de las organizadoras del boicot, apuntó que las redadas, sobre todo la más reciente en New Berford, Masachusetts, han contribuido a generar una atmósfera de “terrorismos racista”.

“En las últimas dos semanas, algunos políticos estatales en Arizona han sido blanco de amenazas de muerte simplemente por lo que fueron percibidas como acciones pro-inmigrantes de su parte”, refirió.

Gutiérrez y Rodríguez confiaron que el boicot puede tener el efecto de las marchas del año pasado, a cuales acreditaron el rechazo de la propuesta de ley aprobada por la Cámara de Representantes que criminalizaba la presencia en el país de migrantes.

“No vamos a parar hasta que los 12 millones de indocumentados que viven en el país reciban legalización”, aseguró.