Los barracones del Sardinero vuelven a estar a prueba de la imaginación y la pericia de los inmigrantes. La brigada de la Viceconsejería de Dotación y Servicios pondrá hoy fin a la limpieza que «por enésima vez» – como dijo ayer el PSOE – terminará de limpiar este lugar que desde hace años ha sido utilizado por los ‘sin papeles’, en su mayoría argelinos o, como ahora (y con el CETI con plazas suficientes), marroquíes que se hacen pasar por argelinos para no ser expulsados.

La brigada ha completado su trabajo tapando el único acceso abierta a esta antigua fábrica abandonado que se ha tratado de ‘blindar’ levantando un muro.

Rutina

«La limpieza de los barracones del Sardinero es algo rutinario, lo hacemos cada mes o mes y medio», explico el viceconsejero de Dotación y Servicios, Gregorio García Castañeda. Esta vez esta tarea sólo ha sido acompañado esta vez por el cerramiento de un agujereo realizado en el muro, el único acceso que la brigada ha encontrado durante sus trabajos.

El secretario de Movimientos Sociales y ONG y responsable del Grupo de Barriadas del PSOE, Gonzalo Sanz, volvió a pedir ayer el derribo de los barracones, un asunto que preocupa a los vecinos y que se ha convertido en «un grave problema de salud pública». Para Sanz, el caso de la antigua fábrica es el «símbolo de la incapacidad y la dejadez» del Gobierno de Vivas.

«La Ciudad lleva años hablando con los propietarios y no se derriba y se acaba con el problema porque no se sabe qué va a pasar con los terrenos, pero no sería más fácil derribar los barracones mientras se busca una solución», se preguntó el responsable de Barriadas del PSOE.