Bush promete presionar a su Congreso para dar papeles a los ilegales en EE UU

En el último día de su estancia en México respalda la Presidencia de

La Razón, Felipe Jiménez, 15-03-2007

Ciudad de México – El presidente Bush terminó ayer en Yucatán su gira por
Iberoamérica mostrándose optimista respecto a conseguir suavizar la
política de inmigración en EE UU, pero pasándole la «patata caliente» al
Congreso de su país. «No me gusta hacer apuestas, pero en este caso me
siento optimista respecto a obtener una reforma amplia, que es de mucha
importancia para ambos países», afirmó George W. Bush en presencia del
presidente de México, Felipe Calderón.
   Para Bush, una
buena política en el capítulo de la inmigración vendrá a incrementar la
seguridad de las fronteras estadounidenses, lo que hará más fácil el
control de las mismas. El inquilino de la Casa Blanca informó de que en
las conversaciones que mantuvo en Mérida durante dos días con su homólogo
mexicano se abordó detenidamente el problema de los millones de mexicanos
que residen actualmente en EE UU de manera ilegal, y aseguró que «hay un
espíritu muy fuerte para trabajar de manera mancomunada».
   El presidente Calderón afirmó que «la frontera debe ser un punto de
acercamiento, no de distanciamiento. La frontera debe unirnos y no
separarnos», y agregó: «Conversamos sobre la necesidad de abordar el
fenómeno de la migración como un factor de prosperidad para ambas
naciones, la migración ordenada. Reconocemos el esfuerzo de Bush y su
administración para impulsar en el Congreso una reforma migratoria
integral que reconozca los derechos de los inmigrantes».
   Bush
cubrió de elogios la actuación de su homólogo mexicano frente al
narcotráfico: «El presidente Calderón ha tomado una posición firme frente
al crimen organizado y el narcotráfico. Yo he dejado claro que EE UU tiene
una gran responsabilidad en la lucha contra las drogas», dijo. En la cena
de Estado la víspera, Bush había ahondado en el tema: «Nosotros tenemos
también mucho que hacer en nuestro lado de la frontera. Hay narcotráfico
porque existe la demanda para la droga. Estados Unidos tiene que hacer un
mayor esfuerzo para reducir la demanda», admitió.
   Bush
también dio un espaldarazo al proceso electoral de julio pasado en el que
Felipe Calderón resultó elegido por un escaso margen para ocupar la
Presidencia de México: «El año pasado, el mundo vio a la democracia en
acción en México».
   La presencia de Bush generó
violentas manifestaciones en Mérida, la ciudad donde pasó las últimas dos
noches. A pesar del gigantesco e intimidatorio despliegue policial, unos
200 estudiantes se enfrentaron en esta ciudad a 450 agentes armados tras
tirar piedras contra el Palacio de Gobierno y hacer pintadas en las que se
leía «Gobierno fascista», «Bush asesino» y «Fuera». El incidente se saldó
con 22 detenidos y numerosos destrozos.
   

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