Una venganza podría estar tras el asalto a un chalé de Culleredo
La Voz de Galicia, , 15-03-2007El atraco al chalé del conocido empresario coruñés del alumnio José María Caamaño cometido el pasado 13 de febrero en Vilaboa (Culleredo) pudo haber sido cocinado en la mente de un hombre que mantenía pleitos con el propietario de la casa y, «por venganza», se puso en contacto con cuatro delincuentes sudamericanos para que cometieran el robo. Y a fe que se vengó, pues los rateros lograron un botín cercano a los 600.000 euros, aparte del tremendo susto que se llevaron la esposa y una hija del empresario, que fueron maniatadas y amenazadas de muerte.
Los investigadores manejan esta teoría después de escucharla en boca de los primeros detenidos – de origen colombiana – , que no sólo reconocieron haber participado en el asalto, sino que juraron haberlo hecho aconsejados por otro empresario coruñés.
Esta línea de investigación nació tras la detención del colombiano José Félix Gestal. No lo arrestaron por el atraco a la casa en cuestión, sino por un asalto a un banco cometido el 4 de enero en un banco de Oza dos Ríos. El hombre se declaró culpable del atraco a la sucursal – de la que se llevaron 1.500 euros tras encañonar a los empleados – y delató al ratero que lo acompañaba, su compatriota Juan Erwin Vera Reyes, más conocido como Johan.
La Guardia Civil movió Roma con Santiago para dar con el paradero de este hombre de 34 años. Hasta que el pasado 7 de marzo dieron con sus huesos en un piso de la calle Andrés Gaos de A Coruña. Una vez en comisaría, Juan Erwin reconoció el atraco al banco y el cometido en el chalé de Vilaboa. No se calló ni las comas. Contó con todo lujo de detalles que una semana antes del atraco un joven ecuatoriano llamado Carlos Alberto Arrobo – más conocido como Tedy – le propuso cometer el robo, «ya que me dijo que había mucho dinero dentro, que se lo había contado un tal Miguel que trabajaba en Santa Cristina».
Luego relató que unos días antes habían acudido los tres al chalé (Johan, Tedy y Miguel) para «echar una visual del terreno». También cantó que fue Tedy el encargado de buscar a otras tres personas para cometer el atraco, uno de nacionalidad peruana llamado Luis – hoy huido en su país – , otro colombiano conocido por Ramiro – también en paradero desconocido – y otro de la misma nacionalidad.
Sin dejar nada en el olvido, Johan contó que Miguel no participó en el asalto, pero sí los otros. «Mientras Tedy se quedó fuera de la casa con el coche, los demás entramos», manifestó.
Hay que significar que el atraco fue una perfecta chapuza. Uno de los detenidos le robó el móvil a la señora de la casa y cometió el error de realizar llamadas con el mismo. Otro de los delincuentes perdió el cargador del arma en el chalé y, lejos de deshacerse de la pistola, la tenía consigo cuando fue detenido. Y así, mil y una meteduras de pata, según fuentes de la investigación.
Una vez que Johan delató a Miguel A.D.G, la Guardia Civil procedió a su detención. Negó haber participado en el atraco, aunque reconoció que semanas antes del mismo se había encontrado con un empresario de la automoción llamado Pablo A.V. que mantenía disputas judiciales con el dueño del chalé por la construcción de un edificio. Éste último le había dicho que le quería dar «un escarmiento a Caamaño, pero le dije que no quería meterme en líos y si quería algo así, mejor se lo dijera a unos colombianos que venían a mi gimnasio».
Pablo, por su parte, negó los hechos. Tanto él como Miguel fueron puestos en libertad con cargos. Mientras, los colombianos están en prisión.
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