GIRA LATINOAMERICANA DEL PRESIDENTE DE EE.UU.

Calderón riñe a Bush por la inmigración

El problema de los ´sin papeles´ y el narcotráfico marcan la visita a México

La Vanguardia, , 14-03-2007

Felipe Calderón se quejó ante George W. Bush de la negligencia mostrada por su Administración hacia México, punto final de la gira latinoamericana del presidente de EE. UU. Calderón no eludió referirse a las diferencias en el tema migratorio y pidió más cooperación de Washington contra el narcotráfico.

EUSEBIO VAL – Enviado especial MÉRIDA (MÉXICO)
El presidente mexicano, Felipe Calderón, reprendió ayer de manera educada pero firme a George W. Bush, por no haber cumplido su promesa de dar una salida al problema de los inmigrantes indocumentados y por la falta de suficiente cooperación en la lucha contra el narcotráfico. Las palabras del flamante mandatario mexicano en la ceremonia de bienvenida denotan la impaciencia e irritación de los anfitriones por lo sucedido en los últimos años. Según Calderón, “es tiempo ya de retomar el espíritu de aquellas palabras – cuando Bush subió al poder- y darle cauce a nuestra relación hacia un camino de prosperidad”, añadió.

Calderón fue también autocrítico e instó a más autoexigencia para mejorar la situación nacional. Luego volvió a la carga con los reproches y recalcó que “puede ayudar más a detener la migración un kilómetro de carretera en Michoacán o Zacatecas que diez kilómetros de muro en Texas o en Arizona”. Respecto a la lucha contra el narcotráfico, Calderón destacó que se necesita la colaboración plena del vecino porque “mientras no se reduzca la demanda de drogas en su territorio, será muy difícil reducir el suministro en el nuestro”.

Como ya había hecho la víspera en Guatemala, convulsionada por las crecientes deportaciones de sus nacionales sin papeles en EE. UU., Bush reiteró su promesa de que hará todo lo posible para que el Congreso apruebe una reforma de la ley de Inmigración. Cuando habla del asunto, se nota que desea una solución generosa, pero no se atreve aún a desafiar de manera abierta a los correligionarios republicanos que siguen oponiéndose a abrir la mano. No es descartable que acabe haciéndolo, pues ya no está en juego su reelección y puede pensar que su problemático legado quedaría embellecido con una decisión positiva sobre el problema migratorio. En relación con la lucha contra la droga, Bush habló ya en Guatemala de una propuesta de cooperación regional, pero ha quedado en la vaguedad.

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