P. ALCALÁ / C. CASTRO

LAS PALMAS/SANTA CRUZ. El Ejecutivo de Canarias ha remitido al Parlamento regional una modificación «puntual» de la Ley Electoral. El cambio no es otro que retrasar el escrutinio de los votos llegados desde el exterior.

El secretario del Consejo de Gobierno, Antonio Castro, insistió en que «se trata de evitar que se vayan a la papelera votos, es de justicia, y después de que lo hayan pedido los emigrantes en el Consejo nacional de la Emigración». Por su parte el portavoz del Gobierno, Miguel Becerra, ha sido el encargado de puntualizar el nuevo mecanismo. «El escrutinio de los residentes ausentes se lleva a cabo a partir del tercer día después de la jornada electoral y se prolonga hasta el sexto; y con la modificación se realizará del octavo hasta el decimoprimero».

Tres días de plazo

Becerra añadió que con este nuevo periodo para contar los sufragios, que sigue siendo de tres días, se «da más tiempo a que lleguen los votos, sobre todo de Iberoamérica». De este modo, según Castro, previo informe del Consejo Consultivo, «se garantiza el derecho pleno del sufragio de los emigrantes para que no se produzcan discriminaciones con el resto de españoles».

Partidos como el CCN o CC mantienen en Venezuela una sede permanente, y el PP mantiene a una delegación en contacto permanente con los emigrantes. En total se disputan unos 50.000 votos que en términos globales no deciden concretamente nada, aunque en estimaciones más precisas significan probablemente un diputado. Hasta la fecha la suma del voto emigrante no ha variado sustancialmente los resultados del escrutinio inicial.

Sin embargo, no ocurre lo mismo en política municipal. De hecho, el voto exterior decantó en las pasadas elecciones un escaño por El Hierro, que perdió el PSC y en 1999 supuso que CC perdiese otro en Tenerife. El voto de los emigrantes canarios tiene signo nacionalista y popular, aunque ha ido creciendo el color socialista en los últimos años. Una modificación pendiente en la Ley de Estatuto de los Ciudadanos Españoles en el Exterior tratará de regular la presencia física, para evitar suspicacias sobre la limpieza del proceso y las competencias.