El pasado viernes tuvo lugar en Torrox costa un hecho inusual. Una persecución a toda velocidad que parecía sacada del celuloide, incluso con armas blandidas que no llegaron a ser disparadas y el intento de atropello de un agente. La operación acabó con la detención de tres rumanos y la desarticulación de una banda dedicada a los robos en la costa malagueña.

El revuelo comenzó a las 10.50 horas, cuando una partulla de servicio de la Guardia Civil detectó un Volvo que en la base de datos de este cuerpo aparecía como sustraído.

El coche estaba ocupado por tres individuos que coincidían con la descripción como autores de un robo de 13.000 euros realizado en la localidad días atrás mediante el método de los ‘cogoteros’. Este modo de operar consiste en robar a personas que sacan dinero de las entidades bancarias. Uno de los compinches controla a la posible víctima y un segundo ejecuta el robo.

Al detectarlos en el coche, un agente del puesto de la Guardia Civil en Torrox se acercó para darles el alto e identificarlos, y ahí empezó el baile. El conductor del coche eludió la orden del agente e inició la huida a toda velocidad por las calles de la localidad, lo cual provocó más de un sobresalto a conductores y viandantes.

Persecución

El vehículo se dirigió hacia la población de El Morche seguido por la Guardia Civil. Allí se incorporó otra patrulla de Nerja. Uno de los agentes de esta patrulla se bajó del vehículo y, en medio de la calzada, dio el alto a los fugados. No sólo no se detuvieron, sino que intentaron atropellar al agente de verde, que tuvo que dar un ágil salto para no ser arrollado.

La persecución por carretera continuó hasta que los huidos dejaron el vehículo e intentaron escapar a pie. Uno de los miembros de la banda fue interceptado en carrera por uno de los agentes. La Guardia Civil peinó la zona aledaña al vehículo abandonado y localizó poco después a los dos compinches. El desenlace de la persecución fue observada por numerosos vecinos de El Morche que, dada la tensión del hecho, rompieron a aplaudir a los agentes que lograron detener a los huidos.

Además del robo perpetrado en la localidad de Torrox, la Guardia Civil achaca a esta banda de rumanos numerosos robos por toda la costa malagueña, incluido el ocurrido el pasado 18 de enero en Nerja a un ciudadano sueco de 76 años que falleció de un infarto después de iniciar la persecución del ladrón por el casco urbano de la localidad.