Melilla
Bienestar Social recoge en un estudio las motivaciones e inquietudes de los menores extranjeros no acompañados
Diario Sur, , 11-03-2007«La inmigración de menores procedentes de Marruecos parece formar parte de una estrategia familiar, al considerar que el menor tiene menos posibilidades de ser retornado a su país de origen, tal y como ocurriría con las personas adultas, impidiendo su expulsión, ya que la legislación española les protege». Ésta es una de las conclusiones que se pueden extraer del estudio sobre menores extranjeros no acompañados que tutela la Ciudad Autónoma que la Consejería de Bienestar Social ha realizado a través de las respuestas obtenidas a unos cuestionarios repartidos en los seis centros de acogida de Melilla.
En el citado documento, se subraya que, en los últimos años, se ha observado que el número de niñas menores de edad ha aumentado «considerablemente», si bien en el caso de las féminas «no existe una planificación familiar consensuada», sino que en muchos casos se ven obligadas a emigrar debido al alto porcentaje de embarazos, «por lo que son rechazadas por los miembros de su familia».
En este caso, el objetivo que les mueve para cambiar de país es el de encontrar una pareja que reconozca a su hijo y, además, regularizar su situación, «ya que no tienen confianza en sus propias capacidades y una tendencia a una relación de dependencia con la figura masculina». En general, las motivaciones que mueven a los y las menores inmigrantes son muy diferentes, comenzando incluso por la idea de establecerse en otra ciudad o trasladarse a otro país. Así, y ya sea por miedo a lo desconocido o por falta de confianza en sus posibilidades laborales, las chicas no barajan esa posibilidad de futuro, «debido a un bajo autoconcepto que tiene de sí misma».
Pasado y futuro
«De forma voluntaria y sin ningún tipo de presión» respondieron los menores a un completo cuestionario en el que se les preguntó por el motivo por el que decidieron dejar su país. En el caso de los chicos, la razón principal es la económica, mientras que las niñas huyen de casa por maltrato familiar, además de para tener la oportunidad de estudiar y formarse. Casi todos los menores tutelados por la Ciudad entraron a pie por la frontera de Beni – Enzar, si bien algunos optaron por esconderse en automóviles, en los bajos de los camiones o nadando.
Bajo la premisa de que los menores de uno y otro sexo aseguran que, de ser retornados a Marruecos, intentarían volver a entrar en Melilla, recoge el informe que, una vez ubicados en España, a los chicos les gustaría desempeñar trabajos relacionados con la construcción, la mecánica y la hostelería, mientras que las menores optan por ser camareras, maestras y educadoras.
(Puede haber caducado)