Un Chinatown en miniatura en los bajos de Leganitos
En el subsuelo de la capital se esconden delicias y artículos asiáticos
La Razón, , 11-03-2007Madrid – Es pronto para imaginar en Madrid un barrio chino como el que hay
en Londres o Nueva York. Se necesitan años, incluso siglos, para que las
calles de una ciudad adopten la imagen de los históricos «chinatowns», con
sus carteles luminosos escritos en chino y los ornamentos orientales por
todas partes.
Si bien la de Manhattan se remonta a finales del siglo
XIX, es posible que la de Madrid esté en proceso de creación. Para los que
lo duden, sólo hace falta darse una vuelta por la madrileña calle de
Leganitos, donde cada vez con más frecuencia se están estableciendo
negocios regentados por chinos y dirigidos principalmente a chinos. Dos
peluquerías donde sólo hacen cola personas de aspecto oriental, varios
comercios de alimentación con productos importados, una tienda de trajes
de novia para «las novias chinas», diversos locutorios con precios
especiales para esta comunidad, y la librería «Liang You», la más popular
entre los ciudadanos chinos, se erigen a ambos lados de la calle Leganitos.
Para Olga, que lleva catorce años viviendo en este barrio, está claro que
la presencia de inmigrantes chinos ha aumentado sensiblemente en los
últimos tiempos. «No sólo están abriendo negocios, sino que además se
están acomodando en esta zona», reflexiona Olga. A pesar de esta
tendencia, si la comunidad china ha «tomado» alguna parte de la ciudad, ha
sido el suberráneo de Plaza de España, a tan sólo unos metros de esta
calle. Bajando las escaleras que conducen al aparcamiento y junto al
acceso de éste, se esconde uno de los rincones más genuinamente chinos de
la capital. «Una Chinatown en miniatura, foco de encuentro de la comunidad
china y de visitantes con ganas de sumergirse en un ambiente más auténtico
del que proponen los restaurantes con fastuosa decoración
pseudo – asiática», sugiere una de las pocas críticas que pueden leerse
sobre este lugar en Internet.
Frente al parking está el primer
mercado de alimentación oriental de Madrid, una tienda de moda y una
agencia de viajes. Aunque al principio sólo lo frecuentaban ciudadanos
chinos, cada vez está más de moda entre los españoles y europeos. «La
comida que venden aquí es muy difícil de encontrar y está a muy buen
precio», comentan Antonio y María, de 22 años, dos de los muchos
enamorados del sabor oriental.
Bueno, barato y chino
Es sábado por la noche y, a la hora de cenar, una docena de personas hacen
cola en «el chino de Plaza de España». Así es como sus clientes se
refieren al «chino verdadero», según lo califican quiénes han comido allí
alguna vez. «Parece una cervecería española pero la comida es realmente
oriental, no está españolizada», asegura Laurent, uno de los comensales
que espera con paciencia a que quede una mesa libre. Laurent es de
Bruselas y lleva un tiempo en Madrid. Es la tercera vez que viene al
«chino» y esta vez ha traído a una amiga española para que pruebe las
«famosas empanadillas al vapor», uno de los platos más solicitados. ¿Que
cómo lo conoció? «Por el boca a boca», dice Laurent.
Entre el mercado «Extremo Oriente» y la tienda de moda «Vogue Oriental», el
«chino» es un establecimiento atípico. Es de lo más singular e inesperado:
situado en el subsuelo, es pequeño y está hacinado de mesas y sillas,
frigoríficos y carros de la compra. A través de las vitrinas se observa el
trajín del comedor, el ir y venir de las camareras, juntando mesas,
portando platos sofisticados de nombres impronunciables que los clientes
han convertido al español y al italiano: así, piden dos de empanadillas
chinas, uno de tallarines con bambú y otro de «vermicheli» en cada mesa.
La clave de su éxito: según sus clientes chinos (al menos, la mitad de los
habituales), «porque se come como en casa»; según los españoles, «la
autenticidad y el buen precio» y según su propietaria, que ya lleva siete
años al frente del restaurante, «en que no hay uno igual en todo Madrid».
Larga vida, pues, para «el chino de Plaza de España».
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