El trato de EU hacia los inmigrantes, como siempre es vil, pero lo tienen que soportar porque en su país de origen no hay trabajo bien pagado, lo más triste es cuando las consecuencias alcanzan a los pequeños.

Las demandas de la vida presente, que exige de las mujeres mucho más de lo que representa su rol tradicional, están causando daños adicionales a los niños.

Hace unos días, en una localidad de Massachusetts, en el noreste de Estados Unidos, decenas de niños quedaron varados en sus colegios, cuando sus padres fueron detenidos durante el allanamiento de una fábrica de artículos de cuero, que al parecer empleaba a inmigrantes indocumentados, explicaron las autoridades.

Casi dos terceras partes de los 500 empleados de la fábrica, la mayoría mujeres, fueron detenidos el martes por agentes de inmigración, y podrían ser deportadas por trabajar sin documentos.

Como consecuencia, unos cien niños quedaron al cuidado de niñeras, cuidadores u otras personas, explicó la Directora del Centro de Desarrollo Comunitario del Sureste de Massachusetts.

“Seguimos recibiendo noticias sobre niños que quedaron abandonados”, comentó. “Se ha registrado una crisis humanitaria generalizada aquí en New Bedford”.

El departamento de servicios sociales del Estado trabajaba el miércoles para garantizar que los niños fueran atendidos de forma apropiada. La subsecretaria del departamento de Seguridad Interna dijo que ocho mujeres embarazadas fueron liberadas, y que también serían liberadas las mujeres que tienen bajo su cuidado a sus hijos, a pesar de que llevaría tiempo verificar sus relatos.

El martes, durante el allanamiento, fueron arrestados el dueño de la empresa y tres gerentes.

Las autoridades alegan que esa empresa contrataba a inmigrantes indocumentados para poder cumplir con un contrato por 91 millones de dólares.

El Fiscal acusó a la empresa de explotar a los inmigrantes indocumentados para incrementar sus utilidades.

Los contratos eran para fabricar mochilas y chalecos de seguridad para los soldados estadounidenses.

Una persona más fue detenida bajo cargos de ayudar a los inmigrantes indocumentados para obtener documentos falsos.

Los investigadores señalaron que los indocumentados eran multados con 20 dólares por hablar mientras trabajaban, y por pasar más de dos minutos en el baño.

Este caso no puede ser único. Con miles de mexicanos cruzando la frontera con Estados Unidos sin los documentos necesarios, acciones parecidas apuntan más a ser la regla que la excepción.

Nada es novedad en el relato. Sólo al final se precisan algunas de las condiciones del trabajo de los indocumentados en las empresas estadounidenses: deben guardar silencio durante la jornada de trabajo si no quieren pagar 20 dólares de multa cada vez que los sorprendan haciéndolo; y sólo pueden permanecer dos minutos en el baño.

Tratamiento casi de esclavos. O sin el casi.

Algo de lo que tienen que sufrir los migrantes porque su país no les garantiza un trabajo bien remunerado.

Aunque para ganar unos dólares tengan que perder su dignidad.