Sarkozy propone un ministerio de la Identidad Nacional

El candidato de la derecha vuelve a la línea dura en política de

La Razón, Javier Gómez, 10-03-2007

París – Preocupado por sus titubeos en las encuestas, el candidato del
centroderecha al Elíseo, Nicolas Sarkozy, ha decidido volver a la línea
dura que tantos réditos le ha dado durante toda la legislatura. En una
entrevista televisiva, el todavía titular de Interior prometió crear un
«ministerio de la Inmigración y de la Identidad Nacional» para controlar
no sólo los flujos migratorios, sino también la capacidad de integración
de las personas venidas de otros países.
   De ser elegido
presidente, Sarkozy aprobará de inmediato una ley que dificultará el
reagrupamiento familiar. El líder conservador pretende exigir tres
requisitos a los inmigrantes que deseen traer consigo a sus familias:
tener una casa, tener un sueldo suficiente y que sus hijos y cónyuge
aprendan francés antes de pisar suelo galo. «Sin esto, no lograrían
integrarse. La lengua de Francia es el francés», martilleó, con tono seco,
Sarkozy, quien parece haber olvidado su giro al centro del inicio de la
campaña.
   Ante la competencia por el sector templado del
electorado, que también le disputan la socialista Ségolène Royal y el
centrista François Bayrou, al que los sondeos colocan pegado a los dos
favoritos, el presidente de la Unión por un Movimiento Popular (UMP)
parece haberse decantado por blindar el voto tradicional de la derecha.
   Las competencias de Inmigración se las reparten en Francia tres
ministerios: Interior, Trabajo y Asuntos Sociales. La noción de selección
de la inmigración ha sido siempre defendida por Nicolas Sarkozy, cuyo
eslogan en este terreno es «sí a una inmigración elegida y no sufrida».
   Reagrupamiento
   El resto de grupos políticos condenó
las palabras del ministro. François Bayrou estimó que su competidor ha
«franqueado una frontera al incluir en la misma frase inmigración e
identidad nacional», aunque no se mostró contrario al reagrupamiento de
las competencias de inmigración.
   El primer secretario
socialista, François Hollande, fue más allá y acusó al líder de la UMP de
«flirtear con las tesis del Frente Nacional», partido ultraderechista.
Hollande interpretó la propuesta como una «constatación del fracaso» del
Gobierno de centroderecha, autor de dos leyes sobre inmigración firmadas
por Sarkozy.
   Las asociaciones de defensa de los inmigrantes
expresaron su «total desaprobación». Quien guardó ayer un sorprendente
silencio en la polémica fue Ségolène Royal.
   La
candidata socialista sigue a una velocidad inferior que el resto de
candidatos y parece ausente del ritmo de campaña, a pesar de que Bayrou
esté a un solo punto. El propio Sarkozy reaccionó a los ataques al
denunciar «malas polémicas», subrayar que «la identidad francesa no es una
palabrota» y señalar que «algunas corrientes de pensamiento han querido
instrumentalizar al Frente Nacional durante años».
   
   
      
   

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