Milagro en el mar

ABC, 10-03-2007

POR ERENA CALVO

LAS PALMAS. Son profesionales con mucha experiencia y unos nervios de acero, «pero lo del jueves fue de verdad una misión casi imposible». Olas de hasta diez metros y vientos de 90 kilómetros por hora convirtieron el rescate del cayuco que arribó a costas tinerfeñas este jueves en un «auténtico calvario». Así lo calificaron ayer algunos de los miembros que participaron en el operativo, «mucho más amplio que en otras ocasiones dado el mal estado del océano» y las condiciones en que se encontraban los inmigrantes; tres de ellos ya sin vida y dos prácticamente moribundos que a última hora de ayer permanecían ingresados en un hospital de la isla con cuadros graves de hipotermia e hipoglucemia.

«Por momentos fue espantoso», recuerdan efectivos del equipo de rescate, en el que intervinieron el buque de Salvamento «Conde de Gondomar», la patrullera «Alphar» y un helicóptero que cuarenta minutos después del primer aviso llegaba a la isla con los dos inmigrantes más graves a bordo.

Los equipos de rescate partían sobre las tres de la tarde hacia el punto donde se había localizado el cayuco: a unas 35 millas de Los Cristianos. La última embarcación en entrar en el muelle, el «Conde de Gondomar», lo hacía con 46 de los supervivientes a la una de la madrugada. Se prolongaba así durante casi diez horas una operación que, «en condiciones normales», se podría haber resuelto en tres. Hambrientos, sedientos y tras superar una complicada travesía, conseguían tocar tierra ante la atenta mirada de la ministra de Fomento, que se encontró con el panorama durante su viaje a las islas.

Un cuarto fallecido

Poco antes de la entrada del Conde de Gondomar, arribaba la patrullera «Alphar» con los cadáveres de los tres inmigrantes fallecidos en la travesía. No fueron los únicos en perder la vida durante el camino. «Otra persona murió a los pocos días de viaje y sus compañeros lo lanzaron por la borda», contaron miembros de la Cruz Roja que atendieron a los indocumentados en tierra.

«Llevaban una semana de viaje y según aseguraron salieron de Mauritania», país que con Senegal participa en el dispositivo europeo de control de los flujos migratorios, Frontex, y que cuenta con unas cuatro patrulleras cedidas el pasado año por España para ejercer esta tarea.

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