El mismo escepticismo mostrado por el vicepresidente primero de la Ciudad, Miguel Marín, a propósito de los preacuerdos alcanzados entre España y Marruecos en materia de menores inmigrantes no acompañados, lo comparte la consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, quien matizó que los puntos abordados entre ambos países no son más que un desarrollo del memorando elaborado por el Partido Popular en 2003. No obstante, dejó meridianamente claro que, en función de lo acordado entre ambos países, a partir de la semana próxima la Dirección General del Menor y la Familia comenzará a trabajar para preparar la documentación completa de los menores extranjeros no acompañados que tutela la Ciudad. Ahora bien, se habla de menores que lleguen a Melilla «a partir de este momento», por lo que la consejera se preguntó «qué es lo que sucederá con los 300 que están en Melilla». En este punto, puntualizó que son muchas las dudas que surgen sobre esa reagrupación familiar o devolución de menores a Marruecos.

La primera, cuál será el órgano que aglutine toda la información y la documentación, «si la Delegación del Gobierno o Madrid», pero el principal escollo a superar es el de la información requerida por el país vecino para conocer la procedencia del inmigrante. «Se habla de que, en el plazo de un mes, informaremos al Gobierno marroquí de los menores marroquíes no acompañados y, en segundo lugar, hay un plazo de tres meses para que conteste si se ha encontrado a algún familiar», explicó Garbín.

Constató que los marroquíes que llegan a Melilla carecen de documentación, «por lo que el nombre, edad, familia y población son, en la mayoría de los casos, falsos», aunque puntualizó que es la Fiscalía la que da el visto bueno a la devolución de menores a Marruecos.