Otros tres muertos al intentar alcanzar Canarias en un cayuco
La Voz de Galicia, , 09-03-2007Las malas condiciones meteorológicas, con olas de hasta 6 metros de altura y vientos de 90 kilómetros por hora, dificultaron notablemente la llegada al sur Tenerife de las dos embarcaciones de Salvamento Marítimo que transportaban, en una a tres inmigrantes muertos, y en otra a los 44 supervivientes de una barcaza avistada ayer al sur de la isla.
Fuentes del servicio de Salvamento Marítimo detallaron que el cayuco fue localizado a 35 millas del sur de Tenerife por la embarcación Conde de Gondomar cuando navegaba con un total de 49 inmigrantes, tres de los cuales habían fallecido durante la travesía y dos se encontraban en mal estado de salud.
Las mismas fuentes agregaron que los dos heridos fueron rescatados por un helicóptero y trasladados hasta el aeropuerto de Los Rodeos, en el norte de Tenerife, desde donde tuvieron que ser evacuados a un centro hospitalario.
Los 44 inmigrantes supervivientes fueron trasladados hasta la Conde de Gondomar , mientras que los cadáveres de los tres fallecidos lo fueron a la embarcación Alphar , también de Salvamento Marítimo.
La primera de las embarcaciones, cargada con la tripulación y los 44 supervivientes, se dirigió hacía el puerto de Los Cristianos lentamente por la dificultades meteorológicas y estaba previsto que arribara al puerto tinerfeño sobre las dos de la madrugada, hora local.
Por su parte, la embarcación Alphar , que transportaba a los tres cadáveres, llegó al mismo puerto sobre las 21,30 horas.
La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, se desplazó hasta el puerto de Los Cristianos para recibir en persona a los 44 supervivientes.
Ministra de Fomento
La ministra se encontraba en Las Palmas de Gran Canaria para recibir un premio de la Cadena Ser y en vez de regresar a Madrid ha decidido viajar a Tenerife para recibir a los 44 supervivientes, agregaron las mismas fuentes.
Mientras, el candidato de Coalición Canaria a la presidencia del Gobierno regional, Paulino Rivero, expresó su indignación por la muerte de los inmigrantes, a los que consideró «víctimas del abandono de la política de inmigración del Gobierno central».
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