Investigan la brutal agresión de un policía británico a una joven epiléptica

El Mundo, 09-03-2007

La Comisión Independiente de Quejas a la Policía ha abierto una investigación sobre la agresión de un agente a una joven epiléptica a la que propinó cinco puñetazos para reducirla antes de detenerla. Las imágenes de la paliza a Toni Comer, de 20 años y raza negra, fueron captadas por las cámaras de seguridad a las puertas de una discoteca de Sheffield, en el norte de Inglaterra, y han causado conmoción en el Reino Unido, donde las organizaciones de derechos civiles han pedido una investigación al más alto nivel, informa Efe.


El agente, Anthony Mulhall, ha sido retirado de cualquier servicio que implique contacto con el público, aunque no ha sido suspendido mientras se investiguen los hechos, informó la policía del condado de South Yorkshire, a la que pertenece. «He visto la grabación de las cámaras de seguridad y he decidido que es de interés público la apertura de una investigación completamente independiente», afirmó Nicholas Long, representante de la IPCC, quien explicó que la investigación examinará las circunstancias del suceso, ocurrido en julio pasado, «para determinar si la fuerza usada por el agente cuando hizo la detención estaba justificada y era proporcionada».


La joven, por su parte, reclamó que se hiciera justicia y está convencida de haber padecido una crisis epiléptica. El agente involucrado en la paliza señaló que a Toni Comer le escapaba saliva blanca de la boca, informa France Presse. La policía ha señalado que la joven estaba siendo arrestada tras haber sido expulsada de una discoteca por conducta agresiva – daños a un vehículo – del que el miércoles se confesó culpable ante un tribunal. Además, se ha comprometido a investigar lo sucedido, aunque ha negado que se trate de un caso de discriminación racial.


El vídeo, obtenido por The Guardian y divulgado por la BBC2, muestra a Mulhall dando cinco puñetazos en una parte del cuerpo imprecisa a Comer, que luego es arrastrada por otros dos agentes a un vehículo policial con los pantalones a la altura de las rodillas. En un comunicado, el agente reconoció haber pegado a la joven en el brazo «con toda la fuerza de que fue capaz» para reducirla y poder esposarla, dado que ella oponía resistencia cogiéndole por los genitales y dándole patadas.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)