Casi la mitad de los abusos cometidos en contra de menores de edad, en la ciudad de Cochabamba, tienen como víctimas a los niños que fueron dejados en el país por sus madres que emigraron, según un estudio.

El trabajo, realizado por la Alcaldía de Cochabamba y el PIEB, establece que de 180 casos de abusos a menores analizados durante la anterior gestión, el 47 por ciento corresponde a hijos de madres migrantes y que dejaron a sus pequeños bajo tutela de algún pariente cercano o conocido.

Esa situación, según la Directora de Género de la Alcaldía, María Álvarez, desnuda la falta de políticas estatales y locales para ejecutar proyectos de “empleabilidad” para las mujeres y con evitar la migración de miles de mujeres, que se ven obligadas destruir sus hogares en busca de trabajo fuera del país.

Dentro de los porcentajes analizados en los casos de abuso, se revela además que el 22.7% de niños abusados han sido dejados por ambos padres, mientras que el 29.5% sólo por padres, así el 47.8% de los menores abusados han sido dejados por sus madres.

Es así que luego de análisis de los datos, Álvarez dijo que se llega a la conclusión de que, “son las madres las que migran más” y en esa línea, “los niños que son dejados son más susceptibles a agresiones, abusos sexuales o deshonestos”.

Según la funcionaria, a causa de la migración “estos niños se socializan con carencia de referentes afectivos para la construcción de su personalidad”.

Una de las consecuencias provocadas por este estudio es que el Municipio cochabambino ha decidido invertir más recursos para proyectos de fortalecimiento familiar, además de otros proyectos. Redacción Cochabamba