Muchos centros islámicos y evangélicos se encuentran en condiciones precarias, según los autores del informe
.- Los centros de culto de confesiones minoritarias representan ya un tercio de todos los templos existentes en Catalunya, según el segundo Mapa de les Religions de Catalunya. En total hay 3.449 templos, de los que 2.534 son católicos. La segunda confesión con más locales dedicados a la oración es la evangélica, que ha pasado de 341 en el 2004 a 453 este año, sobre todo por el “aumento de la comunidad latinoamericana, aunque también porque este segundo estudio ha sido mucho más exhaustivo al contabilizar los templos”, explicó ayer en la presentación del informe Joan Estruch, catedrático de Sociología de la Universitat Autònoma de Barcelona que ha coordinado la investigación.

Las religiones minoritarias sumaban 722 templos en el 2004, cuando no se contabilizó el número de centros de confesión católica, y en el 2007 llegan hasta 915. “El catolicismo ha perdido el monopolio religioso en Catalunya”, dijo el vicepresidente del Govern, Josep Lluís Carod-Rovira. “Vivimos en una sociedad plural y las confesiones son un reflejo de ello”, añadió.

El islam se sitúa como la tercera religión con más presencia pública, con 169 centros de oración – 30 más que hace tres años-. Según Estruch, esta religión sigue un aumento “progresivo, pero no muy pronunciado” desde 1995 con la llegada de inmigrantes. En el caso del hinduismo el notable aumento de 16 a 30 centros se debe especialmente al incremento de Amigos de Amma (conocida por abrazar a sus seguidores), sobre todo entre los autóctonos. La reestructuración administrativa de templos y la expansión de inmigrantes que antes vivían en Barcelona hacia otras ciudades explica el aumento de centros en el resto de religiones.

El estudio no ha tenido en cuenta el número real de fieles ni las condiciones de los templos, aunque Estruch destacó que muchos centros musulmanes y evangelistas presentan condiciones deficientes. En este sentido, Carod-Rovira subrayó la necesidad de crear una ley de Centros de Culto para “garantizar que los templos reúnan las condiciones adecuadas”. La diversidad religiosa no ha supuesto problemas de convivencia en Catalunya salvo en casos aislados, destacaron.