Drástico plan contra los inmigrantes sin papeles. El ministro del Interior británico, el laborista John Reid, ha anunciado una serie de medidas para reforzar la lucha contra los extranjeros en situación irregular. Reid pretende impedir su acceso a un empleo, a las ayudas y a servicios públicos como la sanidad.
Según el ministro, se trata de bloquear progresivamente “el acceso a las ventajas que Gran Bretaña ofrece a los que entran ilegalmente”. “La inmigración irregular afecta al salario mínimo, es injusta, mina los derechos de los trabajadores, roba al contribuyente y abusa de los servicios públicos pensados para los contribuyentes británicos”, agregó Reid, aunque matizó que solo una minoría se aprovecha irregularmente de esos beneficios. El Parlamento deberá pronunciarse sobre la propuesta.
En abril, Londres comenzará a enviar mensajes de texto telefónicos con recordatorios sobre el vigor de los visados a los residentes temporales. El Gobierno quiere confeccionar una lista de inmigrantes sin papeles para impedir que las instituciones del Estado les presten servicio.

PETICIÓN MÁS DURA
Para el conservador David Davis, Reid debería expulsar de inmediato a las miles de personas sin documentación “en lugar de enviarles mensajes”.
Un grupo de inspectores de trabajo han comenzado a advertir a empresarios, hoteleros y propietarios de viviendas que se arriesgan a una multa superior a 29.000 euros si dan empleo o cobijo en su casa a un inmigrante sin papeles.