Donostia. En Alcorcón no ha habido un antes y un después del 20 de enero. Aquella tarde, un centenar de jóvenes protagonizaron en el municipio madrileño una trifulca que fue calificada de “reyerta multitudinaria” entre grupos españoles y bandas latinas. Lo que fue una pelea puntual de pandillas pasó a considerarse un “brote xenófobo”.

Casi tres meses después de los incidentes, el director del Servicio de Infancia, Adolescencia y Juventud del Ayuntamiento de Alcorcón, Fernando Monterrubio, desmintió ayer, en su visita al Congreso que se ha celebrado en el Kursaal de Donostia, la existencia de bandas organizadas. “Fue un hecho puntual, una pelea entre dos personas a la que fue sumándose gente. Es un suceso que hemos analizado posteriormente con los responsables de los institutos a los que acuden los jóvenes que originaron la pelea, y la conclusión es clara: no fue más que una pelea de patio magnificada”, zanja Monterrubio.

acoso mediático El responsable del servicio de Juventud de Alcorcón reconoce que su municipio vivió el “acoso mediático” durante once días, lo que no hizo sino “engordar la noticia”. Lamenta que se tratara la información como “como un brote de racismo”, cuando en realidad participaron latinoamericanos y dominicanos junto a españoles “en ambos bandos”.

En Alcorcón no ha habido un antes y un después de la trifulca porque los programas de prevención de violencia que existen desde hace una década, por los que han pasado ya más de 4.000 jóvenes, “están dando buenos resultados”.