elgoibar. Cada vez son más las mujeres de origen extranjero que buscan un empleo digno en el ámbito industrial.

Para ese colectivo, las fábricas y los talleres constituyen una alternativa a otros trabajos peor remunerados como la limpieza, el cuidado de niños o la asistencia a personas mayores dependientes.

Es el caso de Rahma Edriaf, una mujer de 31 años procedente de Marruecos que lleva “unos tres años” residiendo en Eibar.

En los últimos meses, Rahma ha cursado un módulo de fabricación mecánica para inmigrantes en el Instituto de la Máquina – Herramienta de Elgoibar y esta misma semana ha comenzado a hacer prácticas en las instalaciones de la empresa Ina Rodisa.

Considera que la formación es “fundamental” para aquellas mujeres que, como ella, aspiran a encontrar “un buen trabajo”.

De hecho, Rahma Edriaf anima al colectivo femenino que llega a Euskadi desde otros países a que “intenten dedicar dos o tres horas del día para aprender”. A su juicio, “sin formación es casi imposible encontrar un empleo en buenas condiciones”.

sorprendida Rahma Edriaf se llevó el lunes una grata sorpresa cuando pisó el taller de Rodisa en su primer día de prácticas.

Según sus palabras, “nunca antes había trabajado en una fábrica y me sorprendí mucho al ver que había bastantes mujeres trabajando en las máquinas porque la idea que tenía no era ésa”.