Hace 96 años se celebró por primera vez el día internacional de la mujer. Ha pasado casi un siglo desde entonces y hoy podemos comprobar con satisfacción que el 8 de marzo tiene una dimensión verdaderamente mundial. En este tiempo, el movimiento a favor de los derechos de las mujeres se ha internacionalizado y son numerosas las iniciativas que, en todos los órdenes, tienen como objetivo acabar con la desigualdad entre hombres y mujeres.


Pero, ante todo, el día internacional de la mujer es un día de encuentro. Es un día en el que las mujeres de los cinco continentes se unen por encima de las diferencias nacionales, religiosas, económicas, culturales, étnicas y políticas para poner de manifiesto que la lucha a favor de la igualdad no conoce fronteras. Un siglo después de aquel primer día internacional de la mujer, se ha avanzado mucho, pero queda todavía mucho camino por recorrer.


El camino hacia la igualdad es largo porque requiere modificar estereotipos y costumbres culturales difíciles de cambiar. Pero estamos avanzando. Sin duda no todo lo rápido que nos gustaría, pero avanzamos. Especialmente dramática es la violencia que se ejerce contra las mujeres. El Gobierno viene adoptando medidas para poner freno a la violencia, pero erradicarla es sin duda tarea de todos.


Formo parte de un gobierno –paritario– que ha hecho de la igualdad uno de los puntales de su acción política. Por eso hemos promovido medidas fundamentales y vanguardistas como la Ley contra la Violencia de Género y la Ley de Igualdad, que se aprobó este miércoles en el Senado. Y, por eso, mantendremos firmemente el impulso y la determinación de continuar en este camino porque, aunque queda mucho por hacer, vamos ganando terreno a la violencia y a la desigualdad.


Desde el inicio de la legislatura hemos aprovechado la celebración del 8 de marzo para dar un empuje a la igualdad real entre hombres y mujeres. La convicción de que la lucha contra la desigualdad nos atañe a todas y la certeza de que juntas avanzamos más, son los principios que inspiran el Segundo Encuentro de Mujeres Españolas y Africanas que estamos celebrando en Madrid.


Madrid acoge desde ayer a más de 300 mujeres procedentes de 45 países del continente africano que junto con doscientas mujeres españolas trabajan, tal y como dice el lema del encuentro, por un mundo mejor.