Madrid elogia el compromiso de Rabat con los derechos humanos

ABC, 07-03-2007

L. AYLLÓN/ L. DE VEGA

RABAT. Los logros anunciados por los Gobiernos de España y Marruecos en su octava Reunión de Alto Nivel (RAN) no quitaron protagonismo al que fue el asunto estrella, el conflicto del Sahara Occidental. España intentará que «las partes establezcan contactos directos bajo auspicios de la ONU», que representa «la legalidad internacional», dijo ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en Rabat. Añadió además, en referencia al bloqueo de más de 30 años, que «la situación actual no es buena para nadie».

El plan de autonomía para el Sahara que prepara Marruecos no recoge la posibilidad de que el pueblo saharaui ejerza el derecho de autodeterminación, a pesar de que esa es la condición exigida históricamente por la ONU. Eso ha sido suficiente para que el Frente Polisario rechace el proyecto antes de conocer los detalles.

España, sin embargo, «ha acogido con interés» y da por bueno como punto de partida para resolver el conflicto ese plan con el que Marruecos pretende que la ex colonia, que ordenó ocupar Hasán II en 1975, pase a estar de manera oficial bajo su soberanía.

Aunque la declaración final de la RAN concreta que el objetivo es alcanzar una solución que «asegure el principio de autodeterminación», Rodríguez Zapatero evitó hacer ninguna referencia a ello durante su comparecencia ante los periodistas en presencia del primer ministro marroquí, Dris Yetú. El jefe del Gobierno marroquí aseguró que el proyecto, que esperan presentar en breve a la ONU, se trata de «una solución política que respeta la soberanía de Marruecos».

Querella por genocidio

Zapatero no quiso comentar la querella contra una treintena de altos cargos marroquíes presentada en la Audiencia Nacional por genocidio en el Sahara y se limitó a mostrar su «respeto». Yetú defendió la inocencia de algunos de los políticos y militares y dijo que su país no defiende a criminales «estén donde estén».

Desde la vecina Argelia, principal aliado del Frente Polisario y enemigo regional de Marruecos por culpa del Sahara, se ha seguido de cerca la cumbre bilateral. El presidente Abdelaziz Buteflika recibirá el martes próximo a Sus Majestades los Reyes, que pasarán tres días en el gigante magrebí en una visita de Estado que se considera determinante para las relaciones españolas en el Magreb.

Buteflika fue muy crítico con Zapatero durante la reunión bilateral de ambos Gobiernos el pasado diciembre en Argel. El presidente argelino entiende que España ha dado un giro a su política respecto al Sahara desde la llegada del Gobierno socialista, al que considera más cercano a Rabat.

España no ahorró en elogios hacia el Reino alauí y destacó en la declaración final de la RAN el «compromiso sólido y permanente» de Marruecos en materia de derechos humanos y alabó la «consolidación del Estado de Derecho».

Las dos partes se felicitaron por los progresos hechos en la lucha contra la inmigración clandestina, que ha significado reducir en 2006 en un 60 por ciento el número de mafias. El presidente del Gobierno español dijo que el número de trabajadores marroquíes contratados en origen en los dos primeros meses de 2007 ha superado a todos los de 2006, sobre todo por el aumento de los temporeros. «Menos ilegalidad trae más legalidad», sentenció.

Repatriación de menores

En cuanto al memorando para repatriar a menores no acompañados que se firmó en la RAN de 2003, el mandatario español señaló que ha pasado a ser un acuerdo. A pesar de todo siguen en pie numerosas denuncias por las irregularidades cometidas por España a la hora de devolver a esos menores.

Tanto Zapatero como Yetú quisieron destacar también los avances alcanzados a nivel económico, sobre todo con la adjudicación de dos partidas por valor total de 200 millones de euros para construir un parque eólico en Tánger y una central termosolar cerca de la frontera con Argelia.

El túnel ferroviario bajo el Estrecho de Gibraltar o la futura «Universidad de los Reyes» en Tetuán son otros dos proyectos que ambos Gobiernos esperan desarrollar en los próximos años.

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