El presidente de Ecuador, Rafael Correa, condecoró con la Orden Nacional al Mérito al cantautor Joan Manuel Serrat, al que llamó «amigo» y dijo que los une la lucha por Latinoamérica. La medalla le fue impuesta a Serrat por Dominique Correa, hija del presidente ecuatoriano, en un emotivo encuentro en el Salón Amarillo del Palacio Presidencial de Carondelet, en Quito, en el que estuvo presente la mayor parte del Gobierno del país. Correa recordó en el acto como muchos ecuatoriano de su generación «crecimos cantando las canciones de Serrat», en medio de los aplausos de ministros e invitados al acto.

Apuntó que su admiración por Serrat se centra en la «franqueza» del cantante y su apego a sus canciones en «su honda preocupación por los seres humanos y por la lucha contra el racismo y la xenofobia», además de su «vocación latinoamericanista, que lo ha llevado a decir que es un latinoamericano nacido en Barcelona».

Para el gobernante ecuatoriano, la condecoración entregada al cantautor catalán «no es el metal de los actos protocolarios, sino el sentimiento de todo un pueblo, de un Gobierno que representa a un pueblo noble altivo y soberano que, muchas veces, ha sido curado por sus canciones». Serrat , que llegó a Quito procedente de Puerto Rico en donde también fue condecorado, dijo que la distinción le hacía sentir «como un niño pequeño al que le dieron un caramelo».

El artista, que se definió como un ser curioso, al que le encanta descubrir lo que la vida le ofrece y tomar las cosas ajenas para hacerlas suyas porque es un eterno egoísta, se refirió a la emigración española a Latinoamérica, en donde fueron recibidos con los brazos abiertos. «No es bueno perder la memoria. España fue un país de emigrantes y sería muy saludable que no lo olvidara nunca, que recordara que ustedes nos acogieron cuando llamamos sus puertas».