AlDia
«Canalizar la participación juvenil es uno de los desafíos más importantes en Francia»
El sociólogo Tariq Ragi alerta de que podría rebrotar la violencia en los suburbios
Diario Vasco, , 07-03-2007SAN SEBASTIÁN. DV. Los violentos ataques que hace un año y medio convulsionaron los suburbios de las ciudades francesas pueden reproducirse en cualquier momento. El sociólogo francés Tariq Ragi hizo ayer este pronóstico y advirtió que uno de los «desafíos más importantes del próximo presidente de Francia» será reforzar los sistemas de participación juvenil como único medio de prevenir los rebrotes protagonizados por «jóvenes totalmente desesperados».
Ragi intervino ayer en el I Congreso sobre Infancia, Adolescencia y Juventud organizado por el departamento foral de Derechos Humanos y que reúne a 350 personas en el Kursaal. Durante su disertación, Regi defendió la eficacia de los consejos municipales de infancia y juventud para canalizar la participación directa de los menores de edad en la cosa pública.
Preguntado sobre la función que desempeñaron los consejos durante las revueltas de noviembre de 2005, que se saldaron con miles de coches quemados, el sociólogo galo sostuvo que «contribuyeron a negociar el conflicto, frente a los jóvenes que escapaban a toda forma de control, estaban desesperados y ya no creían en las instituciones de la República».
Respuesta inmediata
Este caldo de cultivo explosivo de marginación y desarraigo persiste, de modo que «en cualquier momento» pueden reavivarse las expresiones violentas. A su juicio, hay que «actuar rápidamente» y ofrecer una respuesta a las inquietudes de los jóvenes que, independientemente de su nacionalidad, pueden tomar parte en estos consejos, en los que el 20% de sus miembros son hijos de la inmigración e integran a personas de todos los espectros sociales. «Para votar se exige la nacionalidad francesa, pero ese requisito no existe en los consejos, que actúan como intermediarios entre los jóvenes y los políticos. Los consejos son un espacio formidable para el debate entre jóvenes y políticos».
Los consejos, surgidos en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, entraron en crisis tras el mayo francés, de manera que en la década de los años ochenta, apenas quedaban treinta consejos. Por el contrario, en la actualidad forman parte de la estructura de más de mil ayuntamientos.
Ragi explicó que en estos foros se debaten y concretan las demandas juveniles, «los asuntos que les inquietan, sobre todo ligados al empleo, el medio ambiente, la educación y la lucha contra el racismo». Asesorados por técnicos municipales, los menores «construyen sus proyectos» que, en muchas casos, se ven plasmados en los presupuestos públicos.
Reglas flexibles
Tariq, que trabaja en el Laboratorio de Investigación Sociológica de La Sorbona, sostuvo que la razón del éxito de estos consejos, «exportados a otros países», reside en su flexibilidad, pues «no obedecen a ninguna regla general. Los jóvenes son los que deben demostrar que tienen un proyecto bien construido y realizable, y en eso se empeñan para demostrar que van en serio». Cada municipio puede organizar el consejo como lo desee «sin normas prefijadas respecto a los órdenes del día, el modo de funcionamiento o el número de integrantes».
Uno de los efectos que han constatado los investigadores sociales es que los jóvenes logran a través de los consejos «incorporar los asuntos que les preocupan a la agenda política». Otra de las consecuencias es que «promueven el interés y la participación en la cosa pública», al punto de que no es infrecuente que muchos políticos adultos provengan de estas consejos juveniles.
(Puede haber caducado)