El obispo Felipe Arizmendi Esquivel manifestó su preocupación por el constante deterioro que ha sufrido la familia y llamó a la sociedad a preocuparse por conservar esta institución en México y entre los migrantes.

En entrevista, luego de su celebración dominical, el prelado aceptó que la migración es un nuevo factor que amenaza la unidad de la familia, porque muchos que cruzan la frontera ya no regresan y hay desintegración, ya sea porque no pueden llevarla o porque forman otra.

Refirió que el próximo martes viajará a Chicago a presidir un evento en una parroquia para familias de migrantes, en el que busca promover el valor de la conservación de la familia.

Dijo que el gobierno ha buscado promover leyes que apoyen a los migrantes para conservar a su familia, por lo que lo exhortó a continuar con esta lucha, pues de esta forma se contribuirá a que puedan llevársela cuando ya estén establecidos en otro país.

Arizmendi Esquivel admitió que algunas leyes que se han aprobado recientemente, de manera indirecta promueven el deterioro de la familia, por ejemplo la nueva ley sobre convenios de convivencia,0 que propician uniones entre personas del mismo sexo.

Lo mismo sucede, dijo, con la nueva ley de protección a las mujeres, pues de manera indirecta se provoca que por cualquier pretexto demanden a su pareja y se puedan disolver los matrimonios.

El religioso pidió a las parejas no ser egoístas al tener muy pocos hijos, o no tenerlos.