Un instituto sólo para musulmanes
Autoridades educativas de LYON, donde se abrió ayer, creen que defiende posiciones cercanas al integrismo.
Deia, , 06-03-2007DESPUÉS DE varios meses de controversias, que han llegado incluso a los tribunales, un instituto privado de enseñanza media de Lyon (Francia), cuyo alumnado está compuesto exclusivamente por musulmanes, abrió ayer sus puertas. Una veintena de alumnos de un curso de secundaria (doce años) fueron los primeros en acudir ayer al centro, casi tantos como periodistas que querían informar sobre la apertura de este instituto, que lleva el nombre de un sabio árabe (“Al Kindi”).
El centro debía haber abierto sus puertas en setiembre pasado, con la intención de acoger a dos centenares de estudiantes de un ciclo educativo que empieza a los diez años y se prolonga hasta el final del bachillerato.
Sin embargo, las autoridades locales recurrieron contra la apertura por considerar que sus impulsores defienden posiciones cercanas al integrismo y podían incluso propiciar la presencia de jóvenes con velo en las clases, algo prohibido en Francia.
Los promotores del centro critican la hostilidad contra los principios musulmanes que a su juicio demuestra una parte de la administración.
Finalmente, en febrero el Consejo Nacional de Educación dio su visto bueno al instituto, que ayer pudo abrir sus puertas sin problemas, aunque el curso normal empezará en setiembre.
Aportaciones particulares
En principio estaba previsto que el centro se instalara en una antigua mezquita de la periferia de Lyon, pero no contaba con las condiciones de seguridad e higiene adecuadas, por lo que finalmente las clases se llevan a cabo en un edificio de oficinas remodelado con 750.000 euros aportados por diferentes donantes.
El debate sobre la idoneidad de mostrar símbolos religiosos en las escuelas públicas de Francia se inició y desvaneció tras la aprobación de una Ley por parte del Presidente de la República en pocas semanas. Con todo el rumor no ha decaído y el impacto que causó hace algunos años un tema de tales características se ha expandido rápidamente por otros países europeos.
Las consecuencias de la Ley que prohíbe desde la cruz cristiana a la kippa judía pasando por el pañuelo islámico cobran fuerza si se entiende que el laicismo en Francia es un estandarte de su sistema político y de su administración pública. Aunque la sociedad gala se manifestó a favor de una ley similar, un sondeo presentaba a un 41% de la población en contra. Asimismo, el informe que Chirac solicitó a un comité de expertos reunidos para discutir sobre el asunto de la prohibición de símbolos religiosos también proponía la prohibición.
Los integristas islámicos contraatacaron con varias manifestaciones en diferentes ciudades francesas en las que las participantes eran mujeres musulmanas ataviadas con el velo, si bien los que atendían a la prensa y ejercían el papel de portavoces eran hombres.
Para las mujeres no musulmanas, para las occidentales, el velo islámico es un yugo, una imposición religiosa que coarta el libre albedrío de las mujeres. No obstante, fue significativo que la prohibición se diese en un contexto en el que la extrañeza y el rechazo hacia la cultura musulmana está en auge.
Algunas mujeres de origen musulmán han defendido el derecho a ataviarse con el velo en conciencia de la expresión de su fe. Otras mujeres han reclamado una ley en pro de la igualdad de género y como defensa a la no discriminación de las mujeres que sea aplicada no tan sólo en el contexto de la escuela sino también en los servicios públicos franceses. A la postre es tan sólo un problema de cultura, entendimiento y flexibilidad.
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