Una reyerta entre dos clanes gitanos acaba con varios disparos frente a una casa de Ali

Diario de noticias de Alava, vitoria., 06-03-2007

La Ertzaintza, que halló casquillos del calibre 22, investiga si el origen de la trifulca está relacionado con motivos económicos vitoria. El barrio de Ali se convirtió ayer en el escenario de un tiroteo y de una pelea multitudinaria entre miembros de dos clanes de etnia gitana que se saldó con un detenido y con un herido, aunque la Ertzaintza confirmó que no presentaba impactos de bala. Los agentes de la Policía Municipal de Vitoria, que también colaboraron a la hora de mediar en el conflicto, señalaron que se habían hallado varios casquillos de bala en el lugar donde se produjo la reyerta, aunque no se descubrieron armas de fuego.

Tal y como informaron desde el Departamento vasco de Interior, los incidentes comenzaron alrededor de las 19.00 horas en los locales que la asociación de apoyo al colectivo gitano Gao Lacho Drom gestiona en la calle Paula Montal, en el barrio de Sansomendi. La reyerta, según indicaron algunos de los implicados en la disputa, tuvo su origen en una reclamación económica presentada por uno de los dos clanes.

Acto seguido, la acción se trasladó a la zona de Ali, frente a la factoría de Mercedes Benz. Según indicaron los portavoces de la Ertzaintza, hasta un total de 60 personas que procedían de Sansomendi aparecieron de repente frente a uno de los inmuebles del lugar blandiendo palos y profiriendo gritos.

Lo que sucedió a continuación fue descrito por los testigos presenciales de los hechos como “una auténtica batalla campal”. Volaron piedras, pucheros de metal y palos mientras los miembros de las dos familias enfrentadas corrían de un lugar a otro ante la atónita mirada de los viandantes que a esa hora pasaban por el lugar. Entre el escándalo, se apreció el sonido de varios disparos de arma de fuego.

Ante la magnitud del altercado, varias dotaciones de la Ertzaintza y de la Policía Municipal se desplazaron al lugar para disolver el tumulto. Al llegar, las patrullas encontraron a varias personas heridas a las que los integrantes de una unidad móvil medicalizada practicaron curas de urgencia. Los agentes precisaron, no obstante, que los lesionados presentaban contusiones aunque no impactos de bala.

Tras tomar declaración a los testigos de la reyerta y en medio de un ensordecedor griterío en el que unos y otros intercambiaban amenazas de muerte, la Ertzaintza procedió a la detención de uno de los participantes en el suceso, identificado como J.E.J., de 24 años. Tras inspeccionar el escenario de los enfrentamientos, los agentes descubrieron varios casquillos de bala del calibre 22 aunque no encontraron ningún arma de fuego en las inmediaciones ni en el interior del edificio.

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