Las continuas redadas del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) contra latinos indocumentados en centros de trabajo de Carolina del Norte han impactado negativamente en la economía del estado, aseguran varios empresarios.

Además de las redadas en viviendas, calles y trabajos, algunos empresarios manifestaron su preocupación porque los agentes de Inmigración les exigen verificar si un extranjero está legalmente en Estados Unidos, lo que dificulta conseguir mano de obra.

El empresario Chip Harris, propietario de una constructora, se quejó de que pierde dinero a diario por falta de mano de obra, pues se ve obligado a pedirle a sus potenciales trabajadores sus documentos, y si no los tienen no los contrata por las multas que les imponen.