Washington. El líder de la mayoría demócrata del Senado estadounidense, Harry Reid, afirmó esta semana que su partido intentará llevar el proyecto de la reforma migratoria ante el pleno de la Cámara Alta, antes del receso legislativo de agosto próximo.
Reid reconoció que el debate migratorio “será difícil”, pero su meta es que el proyecto de ley, muy similar a lo que ha solicitado el presidente George W. Bush, sea aprobado por el Comité Judicial del Senado antes del 22 de marzo, para luego ser llevado a votación en el pleno antes de agosto.
“Lo voy a llevar ante el pleno (del Senado) antes del receso de agosto. Tenemos que resolver varios problemas relacionados con la inmigración”, declaró el legislador a los periodistas, tras reunirse con la canciller de México, Patricia Espinosa, y el nuevo embajador de ese país en EE.UU., Arturo Sarukhan.

El proyecto
Reid favorece un proyecto de ley que incluya medidas para mejorar la seguridad fronteriza, un programa de trabajadores temporales, una vía hacia la legalización de los 12 millones de inmigrantes indocumentados en EE.UU., y sanciones contra empresas que los contratan.
Esas medidas son precisamente las que apoya Bush, y que los republicanos de la Cámara de Representantes bloquearon el año pasado. En su lugar, el Congreso, entonces dominado por los republicanos, aprobó la construcción de un doble muro en varios tramos de la frontera sur de Estados Unidos para frenar la inmigración ilegal. Sobre el compromiso del jefe de Estado con la reforma de las leyes de inmigración, el líder senatorial expresó que se había reunido con el mandatario hace 10 días y que “(Bush) se comprometió a continuar impulsando la propuesta de reforma”.
Las declaraciones del senador se conocen cinco días antes de que el gobernante realice una gira por Latinoamérica, con la cual busca fortalecer sus lazos comerciales con la región (lea: Gira continental).

“Tenemos que resolver varios problemas relacionados con la inmigración”.
Harry Reid
Senador demócrata

Gira continental
El viaje que el presidente Bush llevará a cabo, a partir del jueves, por América Latina, tiene como fin renovar el interés en una parte del mundo que se sintió arrinconada desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
El gobernante promoverá mejores lazos en el terreno comercial, en el combate del narcotráfico, la producción de biocombustibles y las fuentes alternas de energía.
Bush no es un mandatario popular en el extranjero, y le será difícil escapar a las polémicas creadas por la guerra en Iraq y Afganistán, aseguran los analistas.