"La Crónica de Hoy". MÉXICO: "Entre más inmigrantes, menos crímenes violentos"
Prensa Latinoamericana, , 04-03-2007Estaba yo tranquilamente manejando el otro día, cuando volví a oír en un programa de radio la misma cantaleta: “El aumento del crimen es debido al aumento de la inmigración”. Este es uno de los argumentos preferidos en los discursos antiinmigrantes de los Minutemen o Americans Standing Tall.
¿Valía la pena pelearse, enojarse, discutir, llamar a la radio?
Creo que para rebatir falsedades no hay como las cifras, frías e imparciales.
Por principio, el crimen no ha aumentado en Estados Unidos, al contrario: Ha ido bajando desde hace años.
Estadísticas del Departamento de Justicia (disponibles en internet), indican que en 2005, los crímenes violentos totalizaron 1,823,400.
Eso fue menos de la mitad de los 4,190,000 reportados en 1993.
Irónicamente, la inmigración ha ido bajando a nivel nacional. Según el Centro Pew de Estudios Hispanos el ingreso de inmigrantes —legales y no— en 2004 bajó un 24 por ciento, a 1.1 millón, comparado con el récord de 1.5 millones que entraron en 2000.
También es un mito que las ciudades con más inmigrantes son las más violentas. Miami es la ciudad con más inmigrantes. El 60 por ciento de sus habitantes nació en otros países en 2002, según el Censo.
Seguían Santa Anna, California, con 48.4 por ciento; Los Ángeles con el 41.3 por ciento y Anaheim, con 40.3 por ciento.
¿Son estas las ciudades más peligrosas? Según las cifras, no.
La ciudad con más crímenes violentos en 2005 fue Baltimore, con 11,248 reportes y un índice de homicidios de 42 por cada 100,000 personas, según el FBI.
En 2o. lugar estuvo Detroit (21,240 crímenes violentos y 39.3 homicidios).
Le seguían, St. Louis, Washington, Newark, Kansas City, Philadelphia, Cincinnati, Cleveland y Oakland, en ese orden.
Miami, estaba apenas en el lugar 24 entre las ciudades con más crímenes violentos, según el FBI.
Los Ángeles llegó al lugar 21 ó 28 de la tabla, según el FBI o el Departamento de Justicia.
La ciudad “hispana” con más crímenes en 2005 fue Dallas, y aún así apenas llegó al lugar 17, seguida por Houston (18), Chicago (19) y Phoenix (20).
(San Antonio y Nueva York —dos de las ciudades a donde nuestra gente emigra más— apenas llegaron a los lugares 48 y 49, respectivamente.)
Y a pesar de lo que digan los Minutemen, las ciudades fronterizas con México no están “asoladas” por la violencia. San Diego llegó al lugar 59 y El Paso al 67, por número de crímenes violentos en 2005.
Así que el famoso argumento de que más inmigrantes significan más crimen es otro mito.
Pero sí parece haber una relación entre crimen e inmigración, pero es la opuesta: Entre más inmigrantes, menos crimen violento.
Al menos este es el resultado de dos estudios recientes, hechos separadamente por expertos de la Universidad de Harvard y del Centro de Política Inmigratoria, de Washington.
El profesor Robert Sampson, de Harvard, estudió casi 3,000 personas en 180 barrios de Chicago entre 1993 a 2003, junto con datos del censo y de la Policía, y difundió sus resultados en un artículo del diario The New York Times en 2006.
Afirmó que los inmigrantes hispanos son 45 por ciento menos proclives a cometer crímenes violentos que los americanos de origen hispano.
En los barrios donde hay más inmigrantes se detectó una reducción de crimen violento, debido a que los extranjeros —generalmente hispanos— tienden a ser conservadores y tener familias con niños, dijo Sampson.
Explicó en una entrevista en la revista Harvard Magazine que los inmigrantes hispanos tienen más “motivación a trabajar y no ser arrestados, para evitar ser deportados”.
Obviamente, muchos antiinmigrantes se la pasaron insultando y ridiculizando a Sampson y a otros expertos que encontraron los mismos resultados. Por no coincidir con el mundo de fantasía que ellos se han inventado, donde ellos son los buenos y todos lo inmigrantes son los malos.
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