La presión vecinal fuerza al Consistorio a detener cinco proyectos anunciados
El equipo de gobierno intenta evitar más conflictos antes de las
La Razón, , 04-03-2007sevilla – El último caso fue el de la mezquita de los Bermejales la semana
pasada. Ante la inmediatez de las elecciones, el Gobierno municipal (PSOE
e IU) ha echado el freno al que ha sido uno de los proyectos más polémicos
de su mandato. Pero no ha sido el único. El Ayuntamiento ha bloqueado en
el último año otras iniciativas para no avivar las protestas vecinales que
han marcado el ritmo de la ciudad durante cuatro años.
El
viernes pasado, el alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín, dejó en suspenso
el permiso de obras que la Gerencia de Urbanismo estaba tramitando a
instancias de la Comunidad Islámica Andaluza para construir una mezquita
al sur de los Bermejales. La tramitación de la licencia se detiene hasta
que se resuelva el recurso contencioso administrativo que hace un año
interpuso la asociación de vecinos «Bermejales 2000» por la cesión de la
parcela a la entidad confesional.
Con esta decisión el alcalde
escenifica ante la opinión pública una marcha atrás en el polémico caso
aunque lo cierto es que el proyecto no se paraliza de manera definitiva.
Los terrenos continúan siendo propiedad de la Comunidad Islámica pero las
obras, que estaba previsto que arrancaran en febrero de 2006, no
comenzarán por el momento.
Remar y Plaza de la Alianza
El caso queda en manos del juzgado de lo Contencioso Administrativo número
4 que deberá decidir si la cesión de los terrenos es o no legal. Con el
archivo de la licencia, el Gobierno local evita el posible problema que
supondría una sentencia que si es favorable le obligaría a poner en marcha
el proyecto (con las consecuentes protestas vecinales) y si es
desfavorable le supondría un duro golpe de cara a la opinión pública, al
tener que dar marcha atrás a su proyecto por decisión judicial.
El de la mezquita es sólo el último exponente dentro de la línea de
actuación del Ayuntamiento. Otro proyecto detenido para evitar conflictos
en campaña electoral es el centro de Remar en Sevilla Este. En ese caso y,
a pesar de que la organización para la rehabilitación de marginados
aseguró que lo que pretendía construir era una sede social y que no se
usaría para la rehabilitación de toxicómanos, los vecinos protagonizaron
fuertes protestas. Las obras sólo pudieron comenzar con mediación
policial, y los residentes llegaron a acampar en el solar en el que se
estaban realizando los trabajos.
Los vecinos de Sevilla Este se
oponen a que el centro Remar se ubique tal y como estaba previsto, en la
calle Flor de Gitanilla, justo entre los dos colegios en los que estudian
1.200 niños. Los terrenos fueron cedidos a la ONG en 1994 y desde hace 14
meses el proyecto está parado. El responsable del plan, Jon Ugalde,
asegura que el Ayuntamiento les ha garantizado que retomará el proyecto
después de las elecciones locales aunque reconoce que será complicado que
el centro se ubique finalmente donde estaba previsto.
El Consistorio
intenta evitar pasos en falso con las elecciones a la vuelta de la
esquina. Tanto es así que ni siquiera ha querido cambiar de momento el
nombre de la plaza de la Alianza que, según se aprobó en Pleno municipal,
pasará a llamarse Indalecio Prieto. Las protestas de los vecinos del
Barrio de Santa Cruz, que se niegan a que la plaza adopte un nombre
político, han hecho que el Gobierno municipal se muestre cauteloso a la
hora de rotular la plaza, aunque oficialmente ya haya pasado a llamarse
Indalecio Prieto.
La presidenta de la asociación de vecinos del
Barrio de Santa Cruz, María José del Rey, desconoce cuándo tomará la
medida el Ayuntamiento y asegura que les han dicho que, por el momento, no
cambiarán la denominación de la plaza.
Carril bici y
aparcamiento
El carril bici ha sido otro de los proyectos que ha
suscitado más críticas y protestas. Para congraciarse con los vecinos, el
Ayuntamiento ha cambiado el trazado en dos ocasiones. El proyecto inicial
contemplaba cerrar el anillo en torno al casco histórico. Ahora el equipo
de gobierno ha renunciado al tramo del Paseo de Colón para evitar más
molestias en los próximos meses ya que las obras del carril bici en dicha
vía supondrían el cierre al tráfico de un carril, como ocurrió en la Ronda
de Capuchinos. El trazado del carril bici también fue remodelado el pasado
otoño, cuando las protestas de los vecinos de Reina Mercedes hicieron que
el Ayuntamiento reconsiderara la necesidad de dos carriles para ciclos en
la avenida. Las obras comenzaron en ambos lados de Reina Mercedes aunque
finalmente los residentes acordaron con el Consistorio la construcción de
una sóla vía reservada bidireccional.
También la polémica
condicionó el aparcamiento de las Golondrinas desde que fue diseñado. Los
vecinos de este barrio y de Gustavo Adolfo Bécquer se oponían a la
construcción del párking porque suponía un peligro para las edificaciones
colindantes. Además, denunciaban la pérdida de zonas verdes en la Plaza
Rosa de la Pasión, donde estaba previsto el aparcamiento.
Después de varias protestas en las que más de 200 vecinos se echaron a
la calle, el Ayuntamiento decidió dar marcha atrás y cambiar de ubicación
el garaje que se situará finalmente en la avenida Juventudes Musicales,
cerca de la rotonda de San Lázaro, lejos de cualquier zona residencial. A
pesar de todos estos casos, no todas las barriadas de Sevilla han visto
sus reivindicaciones atendidas. Hay otras en las que el PSOE parece haber
dado ya la batalla por perdida. Es la situación de Bami que demanda un
plan de seguridad y acabar con los gorrillas o Los Remedios que se opuso
tajantemente a un carril bici que ya discurre por la zona.
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