Una banda amañaba bodas para regularizar inmigrantes

ABC, ABC, 04-03-2007

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BARCELONA. El Cuerpo Nacional de Policía ha desarticulado una organización criminal, integrada por ciudadanos de origen paquistaní, que amañaba matrimonios de inmigrantes con mujeres españolas para regularizar su situación en nuestro país, a través de una agencia matrimonial, gestión por la que cobraban entre 5.000 y 12.000 euros.

Según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, los detenidos captaban a sus clientes en locutorios telefónicos regentados por paquistaníes y situados en las localidades barcelonesas de Cerdanyola, Santa Coloma de Gramenet, Badalona y Barcelona ciudad, tramitaban las bodas ilegales y falsificaban los documentos necesarios, previo pago de cantidades que oscilaban entre las cuantías arriba mencionadas.

La investigación empezó el pasado mes de diciembre tras las declaración del paquistaní Taj M., que dijo que había pagado 5.000 euros a un compatriota por facilitarle la boda con una española.

Se casaba con el denunciante

Tras la investigación oportuna, se identificó y detuvo a María Orissa R.C., que supuestamente debía casarse con el denunciante y, paralelamente, se diseñó un dispositivo policial para localizar a los integrantes de esta organización.

Las investigaciones apuntaban a un domicilio de la calle Diagonal de Cerdanyola del Vallés (Barcelona), vivienda de los supuestos implicados.

La Policía detuvo a los cuatro integrantes de la banda en el momento en el que recibían un paquete remitido desde Karachi (Pakistán) y que contenía libros de familia españoles falsificados.

Otro de los detenidos llegaba al domicilio con una bolsa de plástico con numerosa documentación entre la que había libros de familia, documentos nacionales de identidad de mujeres españolas, fotocopias de certificados de matrimonios, certificados de defunciones y certificados de empadronamiento de ciudadanos de India o Pakistán.

«Matrimonios blancos»

La organización desarticulada actuaba para favorecer la inmigración ilegal a través de la celebración de «matrimonios blancos» por los que cobraba cantidades que oscilaban entre los 5.000 y los 12.000 euros, y les entregaban a las mujeres que se casaban cantidades que no superaban los 3.000, aunque, en ocasiones, también obtenían los datos de las españolas por otros medios.

Además, realizaban «matrimonios simulados» o matrimonios que no llegaban a celebrarse y falsificaban los libros de familia que rellenaban ellos mismos a mano, junto con los demás certificados.

Los dos tipos de «matrimonios» tenían el propósito de conseguir la tarjeta de residente comunitario para ciudadanos procedentes de India y Pakistán, que eran sus clientes habituales.

Los detenidos hasta el momento son Ahmad I., de 37 años, Ahmad I., de 38, Ahmed G., de 50, y Mohamad I., de 26 años, todos ellos nacidos en Pakistán y con domicilio en la población de Cerdanyola del Vallés, y María Orissa R.C,, de 25 años y nacida en Barcelona.

La Policía continúa el análisis de la documentación recuperada con el propósito de proceder a la detención de todos los que hayan colaborado con estos hechos.

Entre la documentación incautada en el marco de la operación se encuentran quince libros de familia falsificados, diversos certificados de empadronamiento falsos, varios certificados de defunción, fotocopias de pasaportes de ciudadanos paquistaníes e hindúes, tres DNI originales de ciudadanas españolas y fotocopias de DNI de españolas certificados de soltería y empadronamiento de ciudadanas españolas, tarjetas personales de la agencia matrimonial constituida por los dos principales detenidos, un ordenador portátil y 3.800 euros.

En febrero del pasado año, el Ministerio de Justicia aprobó una nueva normativa para evitar los matrimonios de conveniencia. Entre esas instrucciones de Justicia, se especificaba que debe presumirse la existencia de consentimiento matrimonial cuando un contrayente conoce los datos familiares y personales básicos del otro. Y para acreditar la existencia de auténticas relaciones, se daban seis reglas. Por ejemplo, el hecho probado de una convivencia o la existencia de un hijo en común.

Desde 1996, en España se han triplicado las bodas en las que uno de los dos cónyuges es extranjero. Otro dato llamativo es que en nuestro país se celebran cada día cinco matrimonios entre un español y una colombiana.

En junio del año pasado el Ministerio de Justicia informó de que entre 2000 y 2005 se habían celebrado cerca de mil matrimonios de conveniencia. Sólo ese último año rechazó 259 casamientos.

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