Proceso

México. Urge CNDH a México y EU a no prejuiciar el problema migratorio

ND, redacción, 03-03-2007

El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), José Luis Soberanes Fernández, urgió a los gobiernos de Estados Unidos y México a dejar de percibir el fenómeno migratorio desde perspectivas que resultan ya inadecuadas.

En su segundo día de gira por San Antonio, Texas, Soberanes dijo que el problema migratorio se debe afrontar desde una visión despojada de prejuicios, que parta de un análisis de la realidad y no de antiguos dogmas.

Dijo que es falso lo que algunos se han empeñado en sostener sin demostrar: que los migrantes afectan las finanzas públicas porque demandan servicios para los que nada aportan, o que la migración está vinculada a la inseguridad pública, y más recientemente, al terrorismo.

Al participar en un encuentro con dirigentes y miembros de organismos no gubernamentales y clubes de mexicanos en Estados Unidos, en el Campus de la UNAM en San Antonio, Soberanes señaló:

“Estas afirmaciones, más que sustentarse en análisis, se apoyan en actitudes de rechazo sistemático o de xenofobia, contrarios al espíritu de los instrumentos del derecho internacional, que proclaman la igualdad de las personas, con independencia de su color de piel, nacionalidad, sexo, creencias o condición migratoria”.

Aclaró: “En ningún momento nuestro afán de proteger a los nuestros, puede llevarnos a desconocer que cada país tiene el derecho soberano de decidir sus políticas migratorias y los requisitos que deben cubrir quienes deseen inmigrar a él”.

Explicó que “tampoco se quiere desconocer la soberanía, pero sí acotar que tal privilegio tiene sus límites en el derecho internacional, cuyos instrumentos, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, han sido ratificados por los Estados, precisamente en ejercicio de su soberanía”.

Solicitó a los dirigentes de más de un centenar de ong que perciban el fenómeno migratorio, lo entiendan y atiendan con una visión que reconozca sus beneficios laborales, económicos y sociales, así como los derechos de los migrantes.

Añadió que también se trata de pugnar porque se reconozcan el trabajo y la aportación de los migrantes, a quienes suele verse con desdén, al tiempo que se recogen los frutos de su labor; a quienes se persigue y se contrata con igual intensidad; a quienes se acusa de dañar la economía y al mismo tiempo se les paga hasta 60 por ciento menos que a los trabajadores regulares.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)