Procesan en Nueva York a una mujer mexicana que lideraba una red de tráfico de mujeres

La Vanguardia, EFE, 03-03-2007

Nueva York. (EFE). – Una mujer mexicana, que lideraba una
red que traficaba con jóvenes a las que obligaba a ejercer la
prostitución, fue procesada hoy en un tribunal federal de Nueva
York, informó el Departamento de Justicia.

Consuelo Carreto – Valencia, acusada de más de una veintena de
delitos relacionados con el comercio sexual, el trabajo esclavo y la
inmigración ilegal, compareció hoy ante un juez federal en Brooklyn
para conocer los cargos en su contra.
La presunta líder del clan fue extradita desde México el pasado
20 de enero junto a otros quince presuntos delincuentes reclamados
por las autoridades estadounidenses.
Carreto – Valencia, sus dos hijos y otros tres individuos, fueron
acusados el 16 de noviembre de 2004 de formar parte de una red con
base en San Miguel Tenancingo (Tlaxcala) y que entre 1991 y 2004
comerciaba con mujeres a las que forzaban a prostituirse en México y
en la ciudad de Nueva York.

De acuerdo a la acusación, varones de la familia Carreto se
dedicaban a atraer con relaciones románticas a mujeres y jóvenes de
zonas pobres de México para después, mediante métodos amenazadores e
incluso palizas, forzarlas a ejercer la prostitución.

Como parte de la operación, Carreto – Valencia confinaba a algunas
de esas mujeres en su casa y recolectaba las ganancias que generaban
sus actividades en México y Estados Unidos.
La familia Carreto consiguió centenares de miles de dólares de
beneficio, mientras que las víctimas, que habían sido separadas de
sus familias y obligadas a prostituirse, apenas recibieron
compensación, según la fiscalía federal de Brooklyn.

En el caso de Nueva York, las mujeres llegaban a la ciudad
después de haber sido introducidas de manera ilegal en EEUU y las
obligaban a prostituirse por un precio de 25 o 35 dólares por
cliente.
De esas cantidades, los dueños de los burdeles percibían la mitad
y el resto era para el miembro del clan, quien después transfería
los fondos a México y en su mayor parte a Consuelo Carreto.

Más de una mujer que quedó embarazada fue obligada a abortar con
el fin de que pudiera seguir trabajando como prostituta.

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