En un lustro, el censo de residentes en la Comunidad foral se ha incrementado en 45.611 habitantes. El aumento se corresponde, prácticamente, con la cifra de nuevos inmigrantes. En 2001, los extranjeros representaban el 3,5% de la población, con 19.487 residentes, frente a los 55.444 de 1 de enero de 2006, según las cifras definitivas hechas públicas ayer por el IEN. En cinco años, la población navarra en su conjunto se ha incrementado en 23.699 varones y 21.812 hombres, hasta llegar a 601.874 personas, un 1,42% o 8.402 nuevos habitantes que un año antes. La población española en su conjunto supera ya los 44,7 millones, de los cuales 4,1 millones son extranjeros.
Navarra es una comunidad con equilibrio entre hombres (300.917) y mujeres (300.957). No obstante, en el plano demográfico se comienzan a percibir asimetrías, como un progresivo ensanchamiento en la franja de población de más edad de origen autóctono, según los datos dados a conocer por el Instituto de Estadística de Navarra (IEN).

Cinco de cada diez navarros de origen tienen 45 años o más; mientras que entre los residentes de origen extranjero, los mayores de esta edad suponen sólo uno de cada diez.

Los mayores de 65 años representan únicamente el 1,7% de extranjeros (936). Este mismo grupo de población se multiplica por más de 10 (hasta el 19,2%) entre los navarros de origen.

Y es que, sin el fenómeno de la inmigración, la población navarra se habría mantenido estable en torno a los 556.263 habitantes registrados en 2001, experimentando un progresivo envejecimiento.

La responsabilidad del crecimiento demográfico, que ha sido del 8% ó de 45.611 personas en cinco años, equivale casi con exactitud a la suma de las nacionalizaciones (cerca de 8.000) y nuevos empadronamientos de extranjeros (unos 36.000) registrados desde entonces.

América: mayoría absoluta

Por continentes, el americano ostenta la mayoría absoluta entre los residentes extranjeros. Exactamente representan el 51%. Le siguen los europeos, que suponen un 26,19% de los extranjeros. De éstos últimos, 6.404 eran ciudadanos comunitarios; y otros 8.115 nolo eran.

Los africanos representan el 20,7% de extranjeros y dentro de ellos destacan los marroquíes (suponen el 10,7% de inmigrantes) y argelinos (5,2%).

La asiática (1.105 empadronados, 633 de ellos chinos) y oceánica (115) son las procedencias continentales más atípicas.

Por nacionalidades, la más frecuente, según el IEN, continúa siendo la ecuatoriana. Exactamente uno de cada cuatro extranjeros residentes procede del país andino. A 1 de enero de 2006 sumaban 13.810 empadronados, registro que ha descendido en 201 personas respecto a 2005, principalmente por efecto de las 319 ecuatorianos nacionalizados españoles en el último año.

Continúa en segundo lugar, el colectivo de marroquíes, que asciende a 5.921 residentes en 2006, 756 más que un año antes.

La sucede, como tercera nacionalidad, la colombiana, si bien su presencia ha descendido en el último año también en la Comunidad foral. En 2005 había 5.096 colombianos, 108 más que en 2006.

Según los expertos del IEN, sin la presencia de los inmigrantes, Navarra habría tenido 1.300 nacimientos menos en 2006, ya que se les atribuye 1 de cada 5 alumbramientos, y además la pirámide de la población se ensancharía peligrosamente en su parte superior, es decir entre los grupos de mayor edad.