TERESA ABAJO t.abajo@diario-elcorreo.com/BILBAO

Tres chavales de Senegal y dos de Ghana llamaron a la puerta del centro de acogida de menores inmigrantes de Amorebieta el pasado fin de semana. Son los primeros que llegan a Vizcaya desde Canarias, aunque extraoficialmente. «Fueron a Madrid en un avión que alguien les ha pagado y allí les dijeron que donde mejor están es en Bilbao», denunció ayer el diputado de Acción Social, Juan María Aburto.

El responsable foral expresó su indignación ante una situación que considera «insoportable». Estos chicos han llegado a Vizcaya cuando todavía escuecen las declaraciones de la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, que acusó a Euskadi de ser «insolidaria» con los menores sin papeles de Canarias. Las palabras de Rumí le inspiran «auténtica vergüenza», enfatizó Aburto. «Nosotros queríamos poner encima de la mesa los datos de todas las comunidades autónomas para ver cómo se les puede dar una atención adecuada», recordó en una entrevista concedida a ‘Radio Popular’.

En Vizcaya hay 281 menores inmigrantes a cargo de la Diputación, «más de cien más que cuando se planteó el problema de Canarias». Si se toma como referencia un ratio por cada 10.000 habitantes, «me atrevería a decir que somos, después de Canarias, el siguiente territorio en atención a este colectivo. Y esto es difícilmente soportable cuando a nuestro alrededor la situación es bien distinta», apostilló.

Política «de bajo estilo»

En su opinión, falta solidaridad entre comunidades autónomas a la hora de afrontar este problema, y pone como ejemplo la llegada de los cinco menores desde Canarias. «Les vamos a atender, y seguramente les atenderemos bien, pero esto es absolutamente denunciable», aseguró el diputado. El centro foral de acogida se ha hecho cargo de ellos «sin ningún tipo de colaboración ni planificación ni aportación económica del Gobierno central», recalcó. Además, recientemente han venido otros siete chavales «a los que alguien les ha pagado el viaje desde Barcelona».

La Diputación se pondrá en contacto con la Fiscalía de Menores para informarle de estos casos y de la situación de los centros de acogida para inmigrantes, que están «desbordados». El pasado mes de octubre se abrió un servicio de emergencia en Artxanda para servir de válvula de escape al de Amorebieta, que atiende a un máximo de 50 personas. Las instalaciones de la zona de El Vivero, donde sólo se ofrece cama y comida, sin proyectos educativos, se abrieron con 30 plazas y ya están «absolutamente saturadas», según reconoció ayer Aburto.

Ante una realidad a la que cada día se suman nuevas cifras e historias humanas, el diputado reclamó a la secretaria de Estado para la Inmigración «que aborde este problema y deje de hacer política de bajo estilo». Fuentes del departamento que dirige Consuelo Rumí aseguraron ayer a este periódico que no tienen «nada que ver» con la llegada de los cinco chicos de Canarias a Vizcaya. «No forman parte del plan de traslados de la Administración central», concluyeron.