EL MIRÓN PERPLEJO

Esperando que se repita el drama del ´Marine I´

La Vanguardia, 01-03-2007

ÁNGEL EXPÓSITO

LA INMIGRACIÓN comienza a jugarse en un nuevo tablero diplomático con India inexpugnable y África que no despega

Se va a cumplir un mes de la llamada de auxilio del Marine I desde el centro del triángulo formado por Mauritania, Senegal y Cabo Verde. Es momento de reflexionar sobre cuestiones de fondo que rodean el caso de esas 400 personas provenientes de lugares tan distintos como el centro de África o India y que viajaron en una increíble peripecia que se repetirá innumerables veces en los próximos meses, por muy distintos itinerarios.

La más alucinante de las rutas comienza en un barco que los traslada desde el Cono del Indo hasta África, bordeando la península Arábiga. Los diplomáticos cuentan que pueden desembarcar en Eritrea o Etiopía y emprender viaje hasta Senegal, atravesando por carretera nada menos que Sudán, Chad, Níger y Mali. Sobra la descripción de la odisea. En algún punto, a partir de ahí, se unen a ellos los africanos llegados, Dios sabe cómo, de Sierra Leona, Guinea-Conakry, Guinea-Bissau, Liberia, Costa de Marfil, Ghana o Togo. Ya juntos, en Senegal, zarpan a Europa por una línea trazada frente a la costa mauritana. El otro camino es bordear toda África.

Cuando el Marine I se averió cerca de Nuadibú y el drama humanitario amenazaba con centenares de muertos, ningún país de la zona dijo poseer un mísero remolcador. Las autoridades españolas echaron el cable al barco negrero y desde entonces el problema es de España.

A partir de ahí, y tras el desastre de coordinación que sufrieron los primeros policías desplazados a la zona, comenzó el juego en un nuevo tablero diplomático que aterroriza al mundo. India se mostró como un muro inexpugnable, algo que bien saben las multinacionales que intentan expandirse por el gigante sudasiático, y rechazó hasta a sus nacionales confesos. Todo un síntoma de la que se avecina en cuanto a las relaciones exteriores de Occidente con el Gobierno de Nueva Delhi. Y si no, esperemos a ver dónde se quedan finalmente los 300 indoasiáticos que siguen en Mauritania, como precedente que las mafias ya están descontando.

Ala vez, Pakistán se convierte en un árbitro planetario con un cóctel explosivo: Emigrantes de sobra, islamismo, frontera con Afganistán y entre medias, Cachemira, aderezado todo ello con la bomba atómica.

Junto a estas naciones, un puzzle africano que no despega, ni se le espera, y para colmo, la presión creciente del golfo de Guinea que almacena en diversos países a miles de asiáticos dispuestos a saltar como sea.

En clave interna, nosotros a lo nuestro, como siempre. Nadie entre los que mandan parece mirar más allá de nuestras fronteras o de las siguientes elecciones, a la vez que los diplomáticos claman en el desierto, a quien quiera oírles. El hecho de que tras la crisis del Marine I la imagen ante la opinión pública sea la de los policías tirados en Nuadibú demuestra, por un lado, la miopía a la hora de evitar chapuzas, y por otra parte, el astigmatismo de una sociedad que no ve más allá de sus gafas. ¡Ojo!, que nosotros también formamos parte de esta mayoría con necesidad de oculista.

Nadie sabe cómo blindar a la vez África, India, sus alrededores y toda Asia, pero quizás, estudiando geografía y explicándola, sobre todo escuchando a quien lo explique, comprenderíamos mejor la cuestión.

África supera la ficción

Sucedió en un país fundamental en África hace días. El presidente encarga a sus socios que le den dos nombres por cada partido para formar gobierno. El líder de uno de los partidos le da su propio nombre y otro imaginario. La sorpresa salta cuando el presidente nombra ministro al personaje inventado para dejar fuera a su socio y rival. Al final, como el nuevo ministro no existe, el Gobierno alegó “motivos personales” para sacarlo de la lista del Gabinete.

De gira por los ‘tanes’

El ministro de Asuntos Exteriores está preparando un viaje a los tanes, que supondría un hito en la diplomacia española. En primavera, Moratinos, tiene previsto visitar en una semana Uzbekistán, Tayikistán, Kazajstán, Kirguistán y Turkmenistán. Una zona fundamental en clave de suministro energético y también en clave política, por sus fronteras del sur con Afganistán e Irán, por el norte con Rusia y por el este con China.

La clave sigue en el Sahara

Desde España se insiste en que la clave para la estabilidad del futuro político en Marruecos pasa por una satisfactoria solución para todos del conflicto saharaui. La diplomacia occidental apuesta por arreglar el contencioso y después confiar en las mejoras económicas del régimen marroquí y frenar la creciente y preocupante influencia del islamismo radical en los suburbios de las ciudades marroquíes.

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